El asesinato de Pasolini rodeado de un halo de misterio en el epicentro se encontraba Giuseppe Pino Pelosi

Luego de 5 décadas, piden reabrir el caso de Pier Paolo Pasolini
Europa Press
La Jornada
Madrid.
Una petición presentada ayer a la Fiscalía de Roma podría desembocar en la reapertura del caso del asesinato del director de cine italiano Pier Paolo Pasolini, muerto a los 53 años en 1975 durante un supuesto altercado con un joven con el que habría acordado previamente favores sexuales, en un caso realmente nunca esclarecido por completo, en medio de varias hipótesis sobre la intervención de terceras personas vinculadas incluso a grupos de extrema derecha.

La solicitud corre a cargo del director de cine y allegado de Pasolini, David Grieco, y del guionista Giovanni Giovannetti, quienes sospechan que el director fue realmente víctima de una trampa la noche del 2 de noviembre de hace casi 50 años en el Idroscalo de Ostia.

El asesinato de Pasolini siempre ha estado rodeado de un halo de misterio en cuyo epicentro se encontraba el único condenado por el asesinato del director, Giuseppe Pino Pelosi, el joven que dijo, en principio, haber recibido un pago del director a cambio de sexo y con el que acabó enfrentándose a golpes que dejaron a Pasolini tendido en el suelo. Pelosi acabó robando el vehículo Alfa Romeo de Pasolini. En su huida, arrolló el cuerpo del director.

Pelosi confesó el crimen y fue condenado por el Tribunal Supremo italiano en 1979 a nueve años y dos meses de prisión, pero obtuvo la libertad condicional cuatro años después.

La narrativa, sin embargo, cambió radicalmente en 2005, cuando Pelosi se retractó de su declaración inicial y responsabilizó del crimen a tres desconocidos; una nueva versión inicialmente respaldada por el hallazgo en 2010 de tres nuevas muestras de ADN que alentaron la hipótesis, muy extendida entre allegados y aficionados de Pasolini, de que había sido asesinado por un grupo de neofascistas.

El abogado que ha presentado la solicitud, Stefano Maccioni, ha defendido que todavía es posible llegar a una verdad judicial, según recoge La Repubblicabasada en datos científicos a partir de las tres muestras de ADN que deben representar el principio de nuevas investigaciones.

El propio Maccioni ha defendido en este sentido la teoría de que Pasolini, en realidad, viajó a Ostia para recuperar unas escenas robadas de su película Salò o los 120 días de Sodoma, en aquel momento en fase de posproducción.

El ex miembro de la banda criminal de la Magliana, Maurizio Abbatino, confesó en su momento que había sido el responsable de ese robo en nombre de su organización, que además mantenía precisamente vínculos con la extrema derecha italiana.

La hipótesis añade que tres hombres asaltaron a Pasolini y a Pelosi, avasallaron al cineasta a golpes, le atropellaron con el Alfa Romeo y amenazaron a Pelosi, que entonces tenía 17 años, con matar a su familia si relataba lo acontecido.

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