Lejos de ser una crónica lineal de ese periodo, el documental salta en sus tiempos y locaciones siguiendo la trashumante personalidad de su objeto de estudio. Y con esa visión caleidoscópica acaba consiguiendo el retrato más cabal de Sabina, visto como un poeta de la calle y del barrio bajo, un simpático sinvergüenza con un gran sentido de la autocrítica, que no pierde de vista sus alcances y sus limitaciones.
León de Aranoa intercala escenas de los conciertos del músico, yendo de Madrid a México, pasando por Argentina, con atisbos a sus intercambios con diferentes personalidades –Joan Manuel Serrat, el compositor Benjamín Prado, el torero José Tomás–, todo enmarcado por una larga entrevista en la que el cineasta funge de discreto interlocutor para extraer de Sabina las instancias más reveladoras de su particular filosofía sobre la vida. Y en cada momento, el compositor saca a relucir su sentido del humor, rematando cada frase suya con una contagiosa risa entre cordial y nerviosa.
En especial interesante es el Sabina que se sabe hasta cierto punto domesticado. Atrás quedaron los tiempos de sexo, drogas y rocanrol
, en sus palabras, y ahora, en compañía de su pareja Jimena Coronado, se asume como un hombre más medido –aunque aparece casi siempre con un cigarro y/o un trago en las manos. El tiempo es un tema preocupante para él y reconoce que, a sus setenta y pico años, ya no podrá componer la canción más hermosa del mundo
pues la inspiración viene ligada a la juventud y a la mala vida.
En el conmovedor epílogo, Sabina se da cuenta que su voz está demasiado cascada como para entonar la canción tema del documental. La grabación se pospone. Mientras en otra secuencia, el músico sufre de pánico escénico (está muy acojonao
, dice uno de su equipo) antes de un concierto. León de Aranoa hace bien en compararlo con el sentir del torero José Tomás antes de una faena. Obviamente el torero enfrenta algo más grave, la posibilidad de la muerte, pero es una manera de expresar que la entrega de Sabina es total.
En cuanto a su estilo, el cantautor revisa sus diferentes influencias como el rock, la balada a lo Dylan, el tango y las canciones de José Alfredo Jiménez, a quien dedica una apología al decir que supo combinar el despecho amoroso, la demagogia y la cursilería barata en un todo insuperable. Para Sabina es un honor que su composición de mariachi Y nos dieron las Diez sea considerada como auténtica.
Pocos documentales han logrado resumir con tal certeza las virtudes y defectos de una personalidad entrañable que, en este caso, se niega, a pesar del tiempo, a sentirse en el ocaso.
Sintiéndolo mucho puede verse en la plataforma Star +.
Sintiéndolo mucho
D y G: Fernando León de Aranoa / F. en C: Mariano Agudo, José Martín Rosete / M: Leiva; canciones varias / Ed: Clara Martínez Malagelada, Polo Menárguez / Con: Joaquín Sabina, Fernando León de Aranoa, Joan Manuel Serrat, Jimena Coronado, José Tomás/P: BTF Media, Ideal Cinema, Reposado Producciones, Sony Music Spain. España, 2022.
Twitter: @walyde