Killers of the Flower Moon aborda una serie de asesinatos de indígenas cometidos en Oklahoma durante los años 20
Cannes.
El director estadunidense Martin Scorsese volvió a exhibir este sábado sus dotes de mago del drama policíaco con Killers of the Flower Moon, acerca de la misteriosa serie de asesinatos que sacudió a una comunidad indígena en Oklahoma en los años 20.
Para esta película, que mantiene al espectador pegado al sillón durante tres horas y media, el veterano cineasta (80 años) apeló a dos de sus actores preferidos, Robert De Niro y Leonardo DiCaprio.
Leyenda del cine y consumado cronista de la parte más oscura de su país: la mafia, los asesinatos célebres, los dramas sociales o raciales, Scorsese narra en Killers of the Flower Moon el inesperado maná petrolero en una reserva indígena (los Osage) perdida en un rincón del estado de Oklahoma a principios del siglo XX.
De la noche a la mañana, los Osage se vuelven millonarios con las concesiones para explotar petróleo. Y sus mujeres pasan a ser objeto de codicia de hombres blancos, dispuestos a casarse con ellas para quedarse con el dinero, por todos los medios.
Producida por Apple, la película será estrenada en cines, pero su formato parece ideal para la pla-taforma televisiva, con la posibilidad de hacer pausas en una historia densa y llena de giros.
Leonardo DiCaprio encarna a Ernest Burkhart, quien se casa con una indígena, Mollie (la actriz indígena Lily Gladstone), y que es manipulado por su tío, un magnate ganadero (Robert De Niro).
La presencia del trío Scorsese, DiCaprio y De Niro volvió a provocar sensación en la alfombra roja de Cannes, donde desembarcaron otras estrellas como Kirsten Dunst (casada con uno de los actores de la película, Jesse Plemons), Salma Hayek, Cate Blanchett y Tobey Maguire.
A sus 80 años, Scorsese vuelve a Croisette, pero esta vez fuera de competición. En 1976 obtuvo la Palma de Oro con Taxi Driver, en 1986 logró el premio al mejor director por Después de hora (Jo, ¡qué noche! en España), y en 1998 fue el presidente del jurado del festival.
La película se rodó en el lugar real de los sucesos. El guión se revisó hasta el último día de rodaje, según Scorsese, que quería hacer lo correcto
con los indígenas.
Killers of the Flower Moon forma parte del pelotón de películas de larga duración que han sido una de las tendencias en esta edición del Festival de Cannes.
De las 21 películas que compiten por la Palma de Oro, otras que superan las 2 horas 30 minutos son la china Youth (Spring), tres horas, la turca About dry grasses (3:17) y la francesa Anatomie d’une chute (2:31).
May December, del también estadunidense Todd Haynes, tenía la difícil misión de rivalizar en la alfombra roja con la megaproducción de Apple. Para ello contaba con un dúo de estrellas femeninas, Natalie Portman y Julianne Moore, protagonistas de una relación entre dos actrices.
Haynes es el autor de una filmografía original en la que ha alternado películas de ficción (El precio de la verdad) con biografías fílmicas atípicas (I’m not there, sobre Bob Dylan, interpretado por actores distintos) y documentales, como uno sobre el grupo de música Velvet Underground, que presentó en Cannes hace dos años.
En 2015 también causó sensación en Cannes con Carol, una historia sobre una relación lesbiana imposible, interpretada por Cate Blanchett.
La joven francosenegalesa Ramata-Toulaye Sy, de 36 años, aportó la nota de frescura con su ópera prima Banel et Adama, un retrato cuidado de la rebeldía de una joven ante toda una aldea en Senegal.