«El grito de las medusas» fusión del cuerpo en movimiento, espacio y ciclo entre la vida y la muerte

El grito de las medusas, fusión del cuerpo en movimiento, espacio y ciclo entre la vida y la muerte

Se inspira en un cuadro del pintor francés Théodore Géricault

Participan los bailarines Louis-Elyan Martin, Esther Rousseau, David Rancourt, Josiane Bernier, Fabien Piché, Geneviève Robitaille, Odile-Amélie Peters, Kimberley De Jong, Jean-Benoit Labrecque.
De la Redacción
La Jornada

Una fusión de danza y arte visual es lo que presentará el coreógrafo Alan Lake en El grito de las medusas, pieza inspirada en el cuadro de Théodore Géricault, La balsa de la medusa, que ilustra una fragata de la armada francesa que encalló en las costas africanas en la década de 1800.

La compañía canadiense Alan Lake Factori(e) ofrecerá una función el viernes en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario de la obra que el bailarín y coreógrafo define como un teatro de imágenes.

El público podrá ver a nueve bailarines que actúan bajo una escenografía en constante cambio: en parejas, individual y un grueso nudo de músculo que evoca la obra de Géricault. Alan Lake toma la belleza y el dramatismo de la pintura y la traslada al escenario, añadiendo su propio brillo.

El poder que tiene el cuadro, con esas personas que están intentando alcanzar algo, me pareció muy actual, con una especie de humanidad muy extraña, por la cual sentía mucho amor, expresó Alan Lake durante la presentación de la obra.

El coreógrafo puntualizó que en el escenario se evoca el cuadro como una pintura viva; no como teatro, sino apuntando al símbolo que se puede interpretar a partir de lo que el público vive en su propio viaje.

Alan Lake Factori(e) es una compañía de danza contemporánea multidisciplinaria de Quebec, Canadá, que combina en su trabajo la danza, el cine y las artes visuales. Este cruce de disciplinas define el lenguaje particular de la agrupación, enfocado en crear universos crudos y emblemáticos en donde el ser humano se muestra inmerso en su entorno.

Alan Lake en sus propuesta recurre a los símbolos y los fusiona con el movimiento. Luego de la realización de las obras Là-bas, le lointainRavages y Les caveaux, el coreógrafo desarrolló El grito de las medusas, que se estrenó en 2018, la que tiene lugar en una locación ficticia, que lleva al espectador a una fantasía aterradora de sueños: una danza física, nerviosa. Un ritual pagano, sacudido por las imágenes de una escenografía poderosa.

La obra de Alan Lake muestra la interconexión entre el cuerpo en movimiento, el espacio que ocupa y el ciclo entre la vida y la muerte. Se presentará el viernes a las 20 horas, en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario (Avenida Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria).

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