Investigadores del INAH recolectan en zona de Balamkú vestigios que datan de 600-800 de nuestra era
Un equipo de investigadores, dirigido por el arqueólogo Ivan Sprajc, localizó una milenaria ciudad maya dentro de la reserva ecológica Balamkú, en el sur de Campeche, en el municipio de Calakmul, a la que nombraron Ocomtún (columna de piedra
, en maya yucateco), debido a las numerosas columnas cilíndricas de piedra dispersas en el antiguo asentamiento.
La ubicación de ese sitio monumental, informó ayer el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), es resultado de la primera temporada de campo del proyecto Ampliando el panorama arqueológico de las Tierras Bajas Centrales mayas, aprobado por el Consejo de Arqueología de esa instancia y coordinado por el experto del Centro de Investigaciones de la Academia Eslovena de Ciencias y Artes.
La iniciativa busca ampliar el conocimiento de una extensa área prácticamente desconocida para la arqueología. Ésta ocupa la parte central de Campeche, colindando al sur con la carretera Escárcega-Chetumal, al oriente con el sector norte de la Reserva de la Biosfera de Calakmul y al norte con la Región de los Chenes: 3 mil kilómetros cuadrados deshabitados, cubiertos por la selva mediana.
El INAH refirió en un comunicado que durante mayo y mediados de junio el equipo se enfocó en el extremo norte de esa área, en la parte noroeste del territorio perteneciente al municipio de Calakmul, en Balamkú, sujeta a conservación ecológica, donde a través de imágenes aéreas del terreno parecía probable la presencia de vestigios arqueológicos.
Ivan Sprajc comenta que mediante un escaneo láser (LiDAR) se reconocieron numerosas concentraciones de estructuras prehispánicas que, como lo revelaron las inspecciones en campo, comparten varias características, además de tener peculiaridades que contrastan con lo conocido de otras partes del área maya.
“La mayor sorpresa resultó ser el sitio ubicado en una ‘península’ de terreno elevado, rodeada por extensos humedales. Su núcleo monumental cubre más de 50 hectáreas y cuenta con diversos edificios de grandes dimensiones, incluyendo varias estructuras piramidales de más de 15 metros de altura”, detalla el doctor en antropología.
El sitio fungió como un centro importante a nivel regional, probablemente durante el periodo Clásico (250-1000 dC). Los tipos cerámicos más comunes que recolectamos en superficie y en algunos pozos de sondeo son del Clásico Tardío (600-800 dC); no obstante, los análisis de muestras de este material nos ofrecerán datos más confiables sobre las secuencias de ocupación
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Las numerosas columnas cilíndricas halladas debieron ser parte de las entradas a los aposentos superiores de los edificios, refiere Sprajc y destaca el sureste del núcleo, conformado por tres plazas dominadas por imponentes edificios y rodeadas por varios grupos de patio: entre las dos plazas mayores se extiende un conjunto compuesto por diversas estructuras bajas y alargadas, dispuestas casi en círculos concéntricos; también se incluye un juego de pelota
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A su vez, una calzada conecta el complejo sureste con la parte noroeste, donde se ubica la construcción más voluminosa del sitio. Se trata, dice, de una acrópolis de planta rectangular, cuyos lados miden 80 metros y su altura es de unos 10 metros, mientras en su parte norte hay una pirámide que se eleva 25 metros sobre el terreno natural.
El especialista sostiene que Ocomtún sufrió alteraciones en el periodo Clásico Terminal (800-1000 dC), como se deduce de los adoratorios al centro de patios y plazuelas, con elementos constructivos que fueron extraídos de los edificios aledaños, reflejo de cambios ideológicos y poblacionales en tiempos de crisis que, finalmente, para el siglo X, condujeron al colapso de la compleja organización sociopolítica y el drástico decremento demográfico en las Tierras Bajas Centrales mayas
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