Hacer la coreografía de la novela de Laura Esquivel implicó varios retos para Christopher Wheeldon
Nueva York.
Para adaptar la novela Como agua para chocolate, de Laura Esquivel, Christopher Wheeldon enfrentó varios retos: cómo hacer una coreografía de una escena de intoxicación en masa con alimentos, exponer a una joven presa de frenesí erótico y a una pareja cuya pasión es tan intensa, que literalmente estalla en llamas.
El coreógrafo –durante décadas, una de las mentes más creativas del ballet y recientemente también de Broadway– estrena Like Water for Chocolate en Nueva York hoy con el American Ballet Theatre.
Wheeldon no desconoce los retos de la narración, sea en el ballet, para el que adaptó el complejo Cuento de invierno, de William Shakespeare, o en el teatro, donde ha ganado dos Tonys, el más reciente por la coreografía de MJ: The Musical, sobre Michael Jackson.
Sin embargo, la novela de Esquivel sobre manjares, magia, lujuria y pasión prohibida ambientada en México a principios del siglo XX y que fue adaptada al cine con gran éxito, era un desafío muy distinto: ¿cómo transmitir una narración compleja, fuerte, con muchos personajes, que se desarrolla a lo largo de dos décadas, sin palabras?
Christopher Wheeldon se ríe, rechaza la palabra fuerte
, prefiere jugosa
, o mejor, épica
.
Es épica y a la vez íntima, ¿sabes?
, sostuvo el coreógrafo en una entrevista reciente. Trata de una familia, pero la magnitud de las emociones en ésta, y por supuesto, el tiempo a lo largo del cual se narra la historia… le agregas el realismo mágico y tienes un relato épico”.