Le hubiera encantado la escena”. «Pancho Villa» de Friedrich Katz: la escena de la multitud colmando las calles de Parral

A Pancho Villa le hubiera encantado
Pedro Salmerón Sanginés
“A él le hubiera encantado la escena”. Así empieza el Pancho Villa de Friedrich Katz: la escena de la multitud colmando las calles de Parral cuando en noviembre de 1976 los restos del general fueron exhumados, para trasladarlos con honores al Monumento a la Revolución, en la Ciudad de México. Tampoco le habría extrañado, dice Katz, ver que muchos otros seguían odiándolo a más de medio siglo de su asesinato.

Haciendo nuestras las palabras de Katz, suponemos que le hubiera encantado lo que está pasando y lo que viene en estas semanas en el Año de Pancho Villa: ver llegar 10 mil jinetes y mil motociclistas a Parral el mero 20 de julio, cuando se cumplan los 100 años de su asesinato, perpetrado a traición y a mansalva, y ver otra vez llenas las calles de Parral de gente gritando ¡viva Villa!, como cada año en julio, desde hace más de 20. También el 20 de julio, en el majestuoso Palacio Postal, frente a Bellas Artes, se inaugurará una exposición homenaje (que se podrá visitar desde el día 21) y se cancelará el timbre postal conmemorativo. En ambos eventos estarán varios de los nietos y biznietos que tienen a orgullo apellidarse Villa.

La Fundación Visión Villista instalará todos los días un cenotafio en el Monumento a la Revolución, y hasta el 20 de julio tendrá venta de libros, presentaciones, charlas y diversas actividades, desde las 11 de la mañana hasta las 7 de la noche. Cualquiera de estos días podemos visitar ahí a los descendientes de Pancho Villa y participar en esos eventos de reflexión y memoria histórica.

El 20 de julio, centenario del asesinato del general, en el Monumento a la Revolución se instalará a las 10 horas una ofrenda floral masiva, y continuarán los eventos, que cerrarán a las 16:00 con una charla sobre el significado de Pancho Villa para el México de hoy que compartiré con Paco Ignacio Taibo 2 y Jesús Vargas Valdés.

Con esa plática iniciaremos una ruta villista relámpago. El 21 de julio estaremos en Zacatecas a las 12 horas en el Museo Felguérez, y en Durango a las 19:00 en el Museo Francisco Villa. El día 22 estaremos a las 12 del día en el Museo Regional de Torreón y a las 19:00 en el teatro de cámara Gloria Campobello, de Parral. El 23 de julio a las 19:00 estaremos en l teatro de Cámara Gloria Saavedra, de Chihuahua, y cerraremos el 24 de julio en el Museo de la Revolución en la Frontera, de Ciudad Juárez.

El 20 de julio en el repositorio de Memoria Histórica de México (Memorica-AGN) rendirá homenaje a su memoria presentando en estampas e imágenes su trayectoria de vida, para acercar visualmente al controvertido caudillo de manera visual y ágil. La exposición estará disponible a partir de ese día en el portal www.memoricamexico.gob.mx.

Por todos lados hay acciones para recordar a Pancho Villa, ese símbolo de la venganza de los oprimidos, de la irrupción de las masas en el gobierno de su propio destino, como nos recordaba Adolfo Gilly. Así, en la Academia Mexicana de la Historia se inició el 6 de julio un ciclo de conferencias que se impartirá cada jueves hasta el 10 de agosto, para acercarse a la comprensión histórica del personaje. Según información de Arturo Cano en La Jornada (8/7), en la conferencia inaugural Javier Garciadiego, presidente de la academia, recordó que Villa es sin duda el personaje más controvertido y difícil de encasillar de quienes figuraron en la Revolución Mexicana:

“Sostengo –dijo Javier–, y estoy absolutamente convencido de ello, que durante algunos momentos Villa fue un revolucionario muy importante, y durante otros pasajes de su biografía predominó este carácter violento, autoritario, intolerante, machista.” Javier recordó los excesos de violencia de Villa, que no fueron exclusivos de él sino de todas las facciones, como en tantas guerras civiles.

Ninguna de las grandes biografías de Villa (empezando por las de Friedrich Katz y Paco Ignacio Taibo 2) omiten ni maquillan la devastadora violencia villista y antivillista que azotó al norte de México después de 1916 (no maquillan, pero sí analizan, critican y confrontan las fuentes con el método del historiador, separando las leyendas esperpénticas de los hechos). Para quienes descalifican el gran proceso revolucionario norteño de 1913-15 con base en los hechos posteriores, les pediría, por poner un ejemplo, no condenar la obra educativa y cultural del Vasconcelos de 1920-24 porque fue abiertamente nazi y descaradamente manipulador de la historia en épocas posteriores de su vida.

Como dijo Friedrich Katz, Pancho Villa fue un gran revolucionario, y como tal, lo seguiremos discutiendo.

Twitter: @LectorHistoria

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