Juan Pablo González, joven cineasta originario de la región de Los Altos, Jalisco, ha dirigido tres cortos y dos largometrajes en los cuales ha procurado retratar la complejidad del entorno en que creció; por ello, los ha grabado en Atotonilco el Alto, al igual que Dos estaciones, su trabajo más reciente.

La película narra la historia de María García, heredera de una añeja fábrica de tequila que busca mantenerse a flote en un mercado amenazado por corporativos extranjeros, una plaga que afecta a los agaves y una inundación, por lo que se ve orillada a buscar soluciones para salvaguardar su economía y la de su comunidad. Mientras la situación se agrava, se vincula con Rafa, su nueva administradora.

Estaba muy interesado en este personaje, María, y en esa generación de personas que nacieron en Los Altos de Jalisco y se convirtieron en tequileras y tequileros y que han vivido de manera intensa los cambios en la industria y la región, dijo en entrevista.

En Atotonilco, de donde es originario Juan Pablo y escenario de toda su obra, el director atestiguó la evolución de la industria del tequila, el negocio de su familia desde hace muchos años. Los pueblos y espacios rurales son tan complejos como los espacios urbanos. Por eso construimos a este personaje de María de esa manera, señaló.

La preferencia sexual de la protagonista forma parte de la visión más amplia que González busca dar con Dos estaciones. Existe un estereotipo de la femineidad alteña, de esta región que estamos retratando, y también de formas de expresar la sexualidad en la gente, cosas muy alejadas de la realidad, sostuvo.

A pesar de no ser exclusivamente masculino, el mundo del tequila ha dejado de lado a las mujeres. Por eso la protagonista es alguien que ha tenido dificultad para conectarse emocionalmente con los demás. Queríamos abrir la ventana de sus emociones. Pensábamos qué le pasó a María teniendo que enfrentarse a este mundo masculino y en quién se convirtió, y a partir de esa reflexión construimos al personaje.

María está interpretada por la actriz Teresa Sánchez, algo que el director considera una virtud de su película. Verla va a ser algo especial para la gente en México. Ella es muy conocida entre quienes hacen cine y teatro; quizá no por el público en general, pero es una gran actriz.

Dos estaciones fue posible gracias a que la producción accedió a becas y apoyos extranjeros y nacionales. La película se estrenó en el festival de Sundance el año pasado y ahora llega a salas mexicanas. El título ya está disponible en la Cineteca de la Ciudad de México y en la de Guadalajara; además se exhibirá en salas que se pueden consultar en las redes sociales de @interiorxiii.