El culto a la personalidad no me motiva, es al trabajo: Jaime López
Deseoso de legar una tonada o algún verso, el músico quiere rencarnar en canción
Al final de cuentas, no pretendo la posteridad, que es ese cuarto lleno de pósters
, aseguró el cantante y compositor Jaime López, una de las figuras emblemáticas del rock mexicano.
Sí me gustaría que quedaran mis canciones, por lo menos alguna tonada o algún verso. El culto a la personalidad no me motiva, es más el culto al trabajo, y, modestia aparte, más que rencarnar en otra persona, me gustaría hacerlo como canción en la voz de otra persona. Me gusta rencarnar, pero en esta vida, y lo he hecho en varias personas.
Disruptivo e iconoclasta como siempre, lo mismo que ocurrente y divertido, el músico tamaulipeco sostuvo una prolongada reunión con medios de comunicación a propósito de su próxima actuación en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, en la capital del país.
Allí presentará, el sábado 2 de septiembre, a partir de las 19 horas, su espectáculo Jaime López 69 y llueve, un monólogo musical que, describió, va de la persona al personaje, empezando por el cuerpo, el canto a capela, la armónica y luego pasa por ese gran pararrayos que es la guitarra
.
A propósito de ese instrumen-to, recordó que su primer encuentro con él fue entre los 13 o los 14 años, edad hasta la cual la música se le había dado por el baile. Pero llegó la guitarra y simplemente quería tocarla; se dejó y salió la pri-mera canción. Y, desde entonces, sigo aprendiéndola, a partir de hacer canciones
.
Tras confesarse nervioso por esa próxima presentación, una emoción que nunca se quita
, aclaró que el espectáculo será una especie de homenaje al legendario mimo francés Marcel Marceau (1923-2007), mi gran maestro
, ya que él será el único artista en el escenario.
No va a ser un monólogo musical mudo, pero sí en solitario
, bromeó. “Más vale sólo que mal acomplejado. Soy un solista involuntario que, pretendiendo hacer grupos, siempre me quedo solo. Antes de caer en el lamento, debo decir que he aprendido mucho de la gente con la que he compartido la experiencia de tocar, ya sea grabando o en vivo, pero muchos han pasado a mejor vida: son millonarios; yo sigo audicionando (…) No me quejo de no tener una agrupación, sigo soñando con ella, pero he aprendido a rascarme con mis propias uñas, y aquello que bien me enseñó Marcel Marceau, a estar solo en el escenario, lo sigo experimentando, pese a los tropezones”.
Refirió que el título del espec-táculo tiene que ver con su edad, 69 años, cumplidos el pasado 21 de enero, y que quiere celebrar un día más de vida, además de que 1969 fue el año que llegó de su natal Matamoros a la Ciudad de México.
Al sostener que la interpretación en vivo es para él la última consecuencia de la composición, Jaime López detalló que el monólogo estará conformado por temas suyos de todas las épocas, y aclaró que, en su caso, el pasado no es un factor de nostalgia, sino una especie de arsenal de recursos.
Entre otros aspectos, el cantautor rechazó que sea poeta; yo sí trabajo
, volvió a bromear, y precisó que para él la letra y la música en una canción tienen la misma importancia.
La lengua es música, subrayó: En el principio es el ritmo, es lo que nos motiva, y eso se va volviendo melodía a través de la palabra, y si llegas a la armonía, es un logro
.
Luego de referir que ha aprendido más música en la literatura que en otra expresión, precisó que la poesía le viene más por el arte sonoro y prefiere la que es cantada, así como la que se encuentra en la prosa, en particular en escritores como Juan Rulfo o Jorge Luis Borges, que son grandes poetas, así como creo que Chuck Berry es un gran literato, porque hacer una novela de tres minutos no es de enchílame otra
.
El compositor dijo sentirse una piedra rodante
cuando sus temas son interpretados por otros artistas, y aceptó con orgullo que he rodado en varias bocas
, en el mejor de los sentidos.
Acerca de si se asume como un referente político, respondió que él no es político, sino apoético o apocalíptico
, pero como no tiene religión ni simpatiza con algún partido, en algo debe aterrizar su fanatismo.
Y por eso le voy a las Chivas del Guadalajara. No me gusta el futbol, me gusta ver jugar a las Chivas, aunque ganen. Creo que la política, la religión e incluso el deporte, desunen, mientras la música une. Por ejemplo, me gustan las canciones de Violeta Parra pese a, como dicen ahora, su contenido. La música une, a pesar de lo que informa, y lo que pasa con las otras cosas es que prima el contenido
.