Allende fue un humanista, víctima de canallas”: AMLO
En consonancia con las afinidades ideológicas que los vinculan, agobiado por una derecha radicalizada en el proceso de elaborar una nueva Constitución, Boric también recurrió a esa remembranza histórica: “¡imaginen el 11 de septiembre de 1973! A la embajada mexicana poco a poco comienzan a llegar desesperadamente militantes, obreros, gente que busca refugio, y donde un embajador valiente, de nombre Gonzalo (Martínez Corbalá), si no mal recuerdo, recibe –tanto en su residencia como en la embajada– a cientos de chilenos”.
En uno de los salones de ceremonias del Palacio de La Moneda, Boric prosiguió el reconocimiento al diplomático potosino, quien con sus gestos de apoyo incondicional dejó su nombre para la posteridad: “él mismo, corriendo riesgos personales, dada la contingencia del momento, va a buscar a la familia de Allende. Y con una solidaridad que lo ha caracterizado a lo largo de la historia, le da asilo y cariño en el dolor a cientos de chilenos privados de su patria, su nacionalidad y a quienes intentaron privarlos de su dignidad, pero no pudieron”.
Muy lejos de la retórica acostumbrada en los discursos que se pronuncian en las visitas oficiales, esta ocasión se dirigieron frases de afinidad y admiración en torno a la figura de Salvador Allende y a un legado que, cada uno a su manera, lo sigue en condiciones complejas, ante el asedio del conservadurismo. Aunque en ese entonces había quienes apostaban por la vía armada para llevar a cabo su proyecto de justicia social, Allende optó por la alternativa pacífica y democrática.
Aseguró enseguida que a partir de estas bases y bajo la premisa de primero los pobres, en el territorio mexicano se han podido alcanzar objetivos extraordinarios. “Es un timbre de orgullo constatar que, a pesar de la pandemia y de la crisis económica precipitada por ese azote y por la guerra en Ucrania, hemos logrado reducir la desigualdad, como no había ocurrido en décadas en nuestro país”.
El presidente chileno Gabriel Boric da la bienvenida a su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en el Palacio de La Moneda, donde se llevó a cabo una reunión oficial y luego pronunciaron sendos discursos.
Cerró su discurso elogiando a Boric, como heredero de los ideales de Bernardo O’Higgins y Allende; representa al pueblo de dos grandes poetas, Pablo Neruda y Gabriela Mistral. “Usted siempre será respetado y admirado por nosotros”, aseguró al joven mandatario chileno.
Palabras que sin duda representarán un bálsamo para Boric, quien horas antes había visto opacada su participación en la ceremonia solemne para recordar el flagelo del pueblo chileno a 50 años de aquel golpe de Estado, debido a la irrupción de grupos radicales en torno a La Moneda.
Frente a López Obrador, el presidente de la nación sudamericana refirió el intenso intercambio cultural entre ambos países, como parte de los lazos de solidaridad “que cruzan nuestras historias y se hicieron más fuertes a partir del 11 de septiembre de 1973.
“Por eso hoy, a nombre del Estado de Chile, le agradezco la solidaridad de vuestro país para todos los que en esos momentos duros la estaban pasando mal”.
Fueron mensajes con marcadas referencias históricas porque en “esta gran patria latinoamericana, aunque estamos alejados geográficamente, tenemos una especial cercanía, un rico pasado histórico y un desafiante presente y futuro que se construye con democracia”, subrayó el mandatario chileno.
Y por esa misma vía, Boric se dio espacio para referir el futuro bilateral al recordar que en marzo próximo se cumplirán 25 años del Tratado Comercial México-Chile, y también entonces se reforzarán los mecanismos de colaboración económica.
Testigos de los discursos fueron los integrantes de la reducida comitiva mexicana, conformada por el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval; el secretario de Marina, Rafael Ojeda, y la canciller, Alicia Bárcena, así como la esposa del presidente López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller, quien incansable grababa con su teléfono el mensaje del mandatario.
Por la mañana, y antes de dirigirse a La Moneda, en su primera actividad oficial en Chile, López Obrador se reunió en privado con el primer ministro de Portugal, Antonio Luis Santos da Silva.