Comenta que en su comunidad, que por cierto, Ixhuatlancillo significa en náhuatl «Lugar de las hojas verdes de maíz«, se trabaja con este producto que da nombre a su pueblo, “y es una forma de salir adelante”.

Remarca que son muchos los artesanos veracruzanos los que se dedican a elaborar estas figuras durante cada temporada de Todos Santos, “porque es una forma de mantener las tradiciones de nuestro pueblo”.

Narra que son alrededor de diez los integrantes de su familia los que llegaron a Xalapa para venderlas por las calles.

Invita a la población a comprar este tipo de figuras artesanales en las que trabajan muchas familias veracruzanas, “porque muestra el amor a nuestras tradiciones”.

Dice que cada catrina es hecha a mano con hojas de maíz secas, cartulinas, telas de colores morado y rosa mexicano y pompas de coloridos hilos.

De los costos, comenta, que las más grandes las ofrecen en 250 pesos, pero también tienen pequeñas en 80 pesos.

Indican que recorren muchas calles y siempre logran vender varias dado que atraen la atención de las personas porque están bien realizadas.

Resalta que en es totalmente artesanal su elaboración y todas son traídas por su pueblo, “porque allá nos dedicamos por varios meses a elaborarlas”.

Además de las catrinas venden pequeñas figuras en 10 pesos de personas en forma de pequeñas catrinas como son mariachis, campesinos y mujeres diversas.

Exhorta a xalapeños a comprarles, porque son obras de arte, que se pueden guardar para ser utilizadas en otros años.