Entrega el Defensor del Pueblo balance de 1970 a 2020
Madrid.
Entre 1970 y 2020, más de 400 mil ciudadanos españoles sufrieron abusos sexuales, vejaciones o agresiones de carácter sexual por parte de sacerdotes, curas, religiosos o personas laicas con alguna vinculación orgánica a la Iglesia católica.
El Defensor del Pueblo, presidido por el académico y filósofo Ángel Gabilondo, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), presentó ante el Congreso de los Diputados un histórico informe de 770 páginas en las que se narra el horror de una realidad cotidiana silenciada y oculta, en la que la mayoría de las víctimas eran menores de ambos sexos, pero 68 por ciento son hombres.
El informe, que se puede leer íntegro en el link rb.gy/cd6vg, es asomarse al catálogo del abuso sexual y de autoridad de la comunidad católica en España, y que se convierte en el país con más casos registrados, por delante de otras naciones, como Irlanda, Francia o Portugal, donde hubo una inmensa conmoción social cuando salieron a la luz. De ahí que el Defensor del Pueblo exigió la creación de un fondo del Estado de compensación económica para las víctimas y un acto público para pedirles perdón
, tanto desde las más altas instituciones de la Iglesia católica como desde la esfera pública, por haber silenciado
estos abusos durante años.
El informe se basa en una encuesta realizada por la empresa de estadística GAD3, que realizó un estudio basándose en más de 8 mil entrevistas, de las que se concluyó que 0.6 por ciento de los entrevistados reconocieron haber sufrido ultrajes por parte de un sacerdote o un religioso. Pero el porcentaje es casi doble, 1.13 por ciento, si se engloban los delitos en el ámbito religioso
, aunque fueran infligidos por laicos. De ahí la cifra de las más de 400 mil víctimas.
Gabilondo, que recibió la encomienda de las instituciones públicas, entregó el documento a la presidenta del Congreso, la también socialista Francina Armengol, en aras de que se haga una justicia restaurativa
por parte de la Iglesia católica, que en las recientes décadas ha mantenido un silencio cómplice
ante esta gravísima situación, en las que están involucrados centenares, incluso miles de vinculados.
No es verdad que todos lo supieran ni nadie lo supiera. Creo que la Iglesia ya debe ser consciente de ello
, explicó Gabilondo.
Entre los numerosos testimonios hay el de una persona que sufrió los abusos cuando tenía 12 años:
“Toqué la puerta desde fuera con los nudillos, oí una voz dentro que me dijo que pasara. A primera imagen, era un hombre mayor. Franqueé la puerta tranquilo, y hasta ilusionado, ya que nuestro tutor, lo que nos había dicho, es que esa persona nos iba a escuchar para ayudarnos. Todas esas expectativas se me torcieron cuando este hombre, sin ni siquiera saludar, me dijo: ‘desnúdate’. Cuando sentí que me empezaba a acariciar, ya todas mis dudas cayeron y mis peores temores empezaron a tomar realidad”.