Antifaces con el rostro de Robert Smith, vocalista de The Cure, fueron parte del atuendo de los cientos de fanáticos que se colocaron frente al escenario principal del Festival Corona Capital, desde antes de las 16 horas de este domingo, para escuchar a la banda británica que regresó tras cuatro años de su pasada presentación en el país.
La legendaria agrupación, liderada por Smith, cerró con broche de oro la tercera jornada del festival musical que, por segunda ocasión, tras la pandemia, se realizó durante tres días.
Los fanáticos de The Cure llegaron desde distintos sitios del país y coincidieron con los fieles seguidores capitalinos en que esperaron con ansiedad
a los intérpretes de Boys Don’t Cry, Lovesong y Close To Me.
Las playeras y otros atavíos con la imagen o logotipo de la agrupación fueron portados por los asistentes que ingresaron al Autódromo Hermanos Rodríguez. Esta (playera) me la trajeron de Europa
, comentó un hombre que vestía una de color negro con letras blancas y la imagen del célebre vocalista. Unos jóvenes aseguraron que la gran inversión monetaria había valido la pena
para asistir al inmueble de Iztacalco.
Tampoco les importó que la espera para escuchar a la banda sería larga, pues se presentaría rondando las 23 horas, pues disfrutaron de una apacible tarde entre el aroma de variados alimentos, como burritos, hamburguesas y tacos de carne asada; mientras el sopor y el cansancio de caminar por el gran inmueble los espantaron con vasos de cerveza bien fría y otras sugerentes bebidas que se expendían en los bares, o bien, se compraban con las personas que a pie recorrían cada espacio del concurrido lugar.
Al Corona Capital llegaron personas de todas generaciones, estratos sociales y nacionalidades; cómo lograron acceder al festival musical –aseguraron– no importaba. En el pasado quedó que usaron sus ahorros para comprar las entradas, la espera espera para adquirirlas, ya fuera de forma digital o presencial, y lo asignado para gastar en comidas y bebidas.
Incluso, entre los módulos de infinidad de marcas –Vans, Clamato, Tinder, The Marvels y Motorola, entre otras empresas– un grupo de jóvenes ofreció firma de autógrafos de algunas de las bandas que abrieron la jornada dominical; la cuota para ese inusual souvenir fue de 150 pesos. En un cartón se leía la llamativa oferta.
A los miles de asistentes, también les agradó y significó una amena espera
los regalos que recibieron en los módulos, como bolsas, lentes, impermeables, gorras y playeras. Unos jóvenes vestidos como astronautas ofrecieron cerveza gratis a quienes llevaran tenis Vans.
Desde 2010 a la fecha, el Corona Capital se ha consolidado como una oferta musical que ha captado a diversas generaciones y se ha consolidado como otra opción de divertimento. Aunque este domingo, el desagrado de muchos fue la manera en que se programaron los conciertos de las bandas legendarias de The Chemical Brothers, Major Lazer, Pet Shop Boys y The Cure, pues los horarios se enciman.
Con el eslogan de ser el festival mexicano que manda en el mundo
, convertido en una plataforma para presenciar actuaciones de renombre internacional, el Corona Capital es una experiencia inigualable para disfrutar de la música
, coincidieron varios integrantes de una familia que llegó de Querétaro.
Hubo personas que no pudieron comprar entradas para ver a The Cure u otras bandas; de último momento sondearon a los revendedores que merodearon en los alrededores del recinto. Ya no es tan fácil comprar boletos; uno se arriesga por los fraudes y clonaciones que ha habido en otros espectáculos
, comentaron cuatro hombres que pagaron 350 pesos por el estacionamiento y se tuvieron que ir a otro lugar para seguir la fiesta.
Una opción que pocos conocen, es la Club, que tiene acceso a una zona VIP, alimentos y bebidas ilimitados incluidos, estacionamiento preferencial y traslado en shuttles, backstage road, guardarropa, y baños premium, entre otras comodidades.