Escribimos en nuestro idioma para que siga vivo, afirma la narradora letona Nora Ikstena
Guadalajara, Jal.,
Autoras de Letonia, Rumania, Portugal y el País Vasco reflexionaron acerca de la realidad de escribir en lenguas minorizadas rodeadas de culturas más potentes
y sobre la idea de Europa que se traduce en sus literaturas, en una sesión que se desarrolló dentro de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
En la mesa Europa en la literatura: Narrando el continente, el portugués José Luis Peixoto, la letona Nora Ikstena, la rumana Adina Rosetti y la vasca Karmele Jaio conversaron respecto a la importancia de mantener sus idiomas frente a la integración en el continente culturalmente diverso.
La narradora Ikstena afirmó que no existen las minorías y mayorías en la lengua, sino que todas tienen la misma relevancia. No me siento como una minoría en Letonia. Debemos continuar escribiendo en nuestra lengua madre para que sigan vivas. Recomiendo quedarnos en ellas porque esto nos da valor de pertenencia
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La novelista Jaio recordó que en su caso hablan euskera unas 900 mil personas en el mundo y como autora ejerce ese idioma pensando que éste no tiene asegurado su futuro y decidir conservarlo como autora es su aportación para la subsistencia de esa lengua. Para nosotras, Europa es la oportunidad de demostrar la diversidad y riqueza cultural
. Destacó que en su literatura habla de las familias como lugar de transmisión, pero principalmente como del silencio en ellas, porque ahí se comunican muchas cosas sin necesidad de palabras. El terreno en que me muevo es el de las palabras no dichas. Entro en esos terremotos que hay dentro y salen a la luz cuando los escribo
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Por su parte, el narrador José Luis Peixoto contó que el portugués no sólo se habla en su país, sino en América Latina, África y países de Asia, y Portugal siempre ha mirado hacia fuera de Europa. A veces nos sentimos como en una isla. Somos una nación europea en un rincón, para la que las otras de la región somos desconocida
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Mencionó que su obra trata de la cercanía y la lejanía, pues he escrito novelas que tienen que ver con mis orígenes en un pueblo de mil personas en el sur de Portugal. Me di cuenta de que para escribir sobre ese sitio tenía que escribir sobre espacios remotos. Escribo sobre mí mismo y el otro. Esa es una tarea infinita y por eso no me faltará tema para los próximos años
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En su alocución, Adina Rosetti suscribió la tesis de la escritora estadunidense Joan Didion: Nos contamos historias para vivir. Esto habla del poder de la literatura sin importar país, continente o idioma en que se escribe. No hay tantas diferencias en ser un autor en Europa y otros países, pues se trata de una persona en soledad frente a una hoja en blanco y tratando de conectarse con gente que no conoce
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La rumana remarcó: No creo que pudiera escribir en otro idioma. Como escritor para niños tengo la responsabilidad de atender al público que tienes en tu país. Cada historia tiene un valor universal que trasciende el idioma
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Añadió que la literatura infantil es importante porque es un primer paso para ser lector. Mi intención es educar, pero también entretener a los niños porque no les gusta que se les enseñe una lección y tienes que ser juguetón e inteligente, y que las historias les generen preguntas
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