Leí a Pedro Salmerón en 2015 en La Jornada en su artículo La guerra por la historia
, donde narra cómo se utilizan las herramientas elementales del quehacer histórico para construir verdades opacas e incompletas, como lo suelen hacer muchos historiadores a modo, casos como la construcción del libro de historia para quinto grado de primaria de 1992 por Hector Aguilar Camín.
Casos como los Juan Miguel Zunzunegui, quien abiertamente afirma que no hubo exterminio indígena en la Conquista, negando la diversidad étnica y pluricultural, trayendo la vieja teoría de las jaulas de la melancolía y viviendo como lo diría Salmerón en un imaginario protectorado francés o son súbditos de un emperador
.
Es por ello que el libro me es muy recomendable, se vuelve creíble la narrativa entre dos visiones, como sucede en el diálogo que pude observar con los diarios de Hernán Cortés, y el contraste con las narrativas de otros personajes sobre el mismo suceso, pasando lo mismo con los datos acerca de soldados, armas, estados de salud, etcétera. Se puede observar desde otra escena a partir de las narraciones de otros personajes, no negando su existencia e imponiendo una verdad.
Creo que ha sido una gran batalla por parte de Pedro Salmerón y sus textos acerca de los falsificadores de la historia la lucha por generar una desmitificación a personajes y sucesos, como lo observa en los textos de Zunzunegui que muchas veces sólo observaron el lado de la Inquisición. Para Juan Miguel Zunzunegui, no hay nada en Hidalgo fuera de eso (Padre de la patria), como lo muestra desde el título capitular Hidalgo: ¿guerreros insurgentes o turba saqueadora?
, mostrando sólo la perspectiva histórico-religiosa.
Pero poco el ha importado a Juan Miguel al publicar su último libro Falsificar la historia, haciendo un recorrido de medios por youtubers y podcasts con públicos amplísimos donde narra como él ha descubierto la verdad y sabe el problema de lo mexicano
, el porqué seguimos así
, haciendo hincapié una y otra vez en que nos seguimos creyendo el tema de que fuimos conquistados
.
Creo en la importancia que tiene la reconstrucción del hecho histórico para analizar diferentes versiones sin hacer juicios sumarios. Basta comprender la importancia de Emiliano Zapata para el movimiento zapatista y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional frente a las versiones de muchos católicos hablando de una robolución
.
Es por eso que me permito hacer la recomendación del libro, pienso que el texto no tiene la finalidad de encontrar al aliado o al enemigo, sino más bien reconstruir un escenario que nos permita observar lo que nos cuentan que sucedió, poniendo en el camino otras narrativas que enriquecen el modo de pensar La batalla por Tenochtitlan.
* Maestro