Desde los años 50 del siglo pasado, cuando se descubrió el primer tratamiento contra la depresión, en la actualidad existe una amplia gama de moléculas eficaces para mejorar la falla en la comunicación entre neuronas que puede provocar irritabilidad, trastornos del sueño, pérdida del apetito, de la capacidad de concentración o la típica tristeza profunda.
El desafío es que los afectados identifiquen que tienen el problema y acudan a los servicios médicos, advirtió José Javier Mendoza, director de los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP) de la Secretaría de Salud (Ssa).
En entrevista con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Depresión que se conmemora cada 13 de enero, señaló que en México sólo 20 por ciento de los afectados reciben atención médica y el tratamiento correcto.
A ello se suma que los pacientes tardan de siete a 14 años para buscar ayuda en lo que forma parte de un problema de salud global, cada vez con una mayor prevalencia y a causa de lo cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que la depresión se encamina a convertirse en la principal causa de discapacidad.
La pandemia de covid-19 aceleró ese proceso, comentó Mendoza. Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que en México viven 3.36 millones de adultos con depresión. De éstos, 16.3 por ciento son mujeres que dicen presentar los síntomas más de la mitad o casi todos los días de la semana. Entre los hombres se registró en 9.1 por ciento.
Ante las históricas carencias que enfrenta el sistema de salud en la atención y manejo de los trastornos mentales, la Ssa impulsa un cambio en el modelo de atención. Se busca fortalecer la capacidad de respuesta en el primer nivel (centros de salud, ampliados y comunitarios) y capacitar a médicos, sicólogos, personal de enfermería y trabajo social en la identificación de síntomas y canalización de pacientes para su tratamiento.
El funcionario comentó que hasta ahora se ha entrenado a más de 140 mil trabajadores y reconoció el desafío que representa la depresión, porque debido al retraso en el diagnóstico, la mayoría de los pacientes requiere de tratamiento farmacológico, el cual sólo puede ser prescrito por médicos especialistas y éstos representan 10 por ciento del total del personal que labora en el área de salud mental.
Por eso, la apuesta de la actual administración es encontrar a los afectados en las etapas iniciales del trastorno y ofrecerles otro tipo de opciones terapéuticas, como las sicológicas, sociales o de grupo.
Comentó que durante 2023, bajo el nuevo esquema de atención, se asistió a 6 mil 148 personas con depresión en los Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones y quienes requieren medicamentos se les otorgan de manera gratuita.
Sobre los tratamientos farmacológicos, el director de los SAP explicó que también son un reto porque si bien son seguros y no generan adicción, su prescripción requiere conocimientos especializados.
Los pacientes deben saber que se requiere tiempo para que haya resultados. Además, una vez que se inicia la ingesta de las tabletas, no se deben suspender sin supervisión médica, sostuvo.