Recuerdo de José Agustín

Recuerdo de José Agustín
José Cueli
Conocí a José Agustín con Emanuel Carballo en alguna reunión de la editorial Diógenes, que, si no me equivoco, lo presentó.

La editorial Diógenes dio luz a escritores como Gustavo Sainz, Parménides García Saldaña y a mí mismo, con una obra de argumentación contra la idea de un lenguaje privado y otros singulares ejemplos de análisis de los procesos síquicos y los estados de conciencia; propone a la filosofía como actividad, como lucha contra el embrujamiento de nuestra inteligencia por medio de nuestro lenguaje.

Quizá lo más destacado del grupo de Diógenes, en especial de José Agustín, el más destacado, sea efectivamente toda una acabada, como quebrantamiento perpetuo de nuestras certidumbres y nuestros dogmas, punto en el cual estaría en convergencia con el pensamiento de los líderes del pensamiento internacional.

A pesar de ser justo con este último uso de los mayores trabajadores de la literatura, uno de los más profundos conocedores de la llamada literatura de la onda. Un nuevo estilo de literatura.

Verdadero y falso es lo que los hombres dicen porque es ponerse de acuerdo en el lenguaje que emplean, no se trata de una conformidad de opinión, sino de una forma de vida, José Agustín en mi opinión comenzó, entre otros temas, una teoría pragmática del lenguaje. Una palabra, una expresión o una frase, pueden ser una palabra, una expresión que sólo pueden ser comprendidas si se hace referencia al papel que desempeñan en los llamados juegos del lenguaje.

La última vez que vi a José Agustín fue en la avenida San Juan de Letrán, en la famosa churrería, donde departimos y desayunábamos mientras devorábamos churros y hacíamos trizas a los escritores que no eran de nuestro agrado; curiosamente, asistí a dicho local el fin de semana y al día siguiente me enteré de su muerte. Me quedo con el agradable recuerdo de esa mañana.

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