Los habitantes de Tlacotalpan se visten de rojo y salen a la calles para admirar el paso de la Virgen de la Candelaria.

En Tlacotalpan, se festeja durante los meses de enero y febrero las fiestas en honor de la Virgen de la Candelaria. En esta celebración la ciudad comparte con todos los asistentes su historia, arte, cultura y gastronomía, entre otras manifestaciones.

Cada año, los habitantes de Tlacotalpan se visten de rojo y salen a las calles para admirar el lento paso de su imagen patrona: la Virgen de la Candelaria. ¡Conoce los pormenores de esta singular fiesta!

Al frente de la procesión va el arzobispo del puerto de Veracruz, seguido de las cofradías católicas más importantes de la región, las cuales compiten entre sí para ver quién le canta a la Virgen los mejores temas. A ese duelo de adoraciones se suman los clarines y tambores de la banda de la Escuela Naval Antón Lizardo. La música se escucha por doquier en las calles del pueblo.

Conforme se acerca la noche, aparecen los “toritos” los que salen de los talleres de los coheteros, y también esas bebidas preparadas con ron y jugo de frutas. Ni los primeros rayos del sol desaniman a los parranderos. La perla del Papaloapan no tiene un momento de sosiego hasta que termina la fiesta, el 9 de febrero.

Y es que en estos días Tlacotalpan recibe visitantes de todos los rincones del país, que no cesan de imitar a sus anfitriones y a los jaraneros, quienes realizan aquí la cumbre de sus picardías. En este encuentro de músicos, los participantes venden sus instrumentos, intercambian coplas y acompañan con versos y melodías al público durante todo el tiempo que dura esta festividad, sin importar si es de día o de noche. Con un poco de suerte es posible escuchar a los mejores exponentes del son jarocho, esos grupos que nos representan en los festivales internacionales. Mono Blanco, Los Vegas y los Cojolites (estos últimos una agrupación integrada por jovencitos que no alcanzan los 20 años) son asiduos asistentes a esta celebración, a la que también concurren jaraneros de las más humildes rancherías del estado de Veracruz.

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