La flor de la palabra
Irma Pineda Santiago
Esta es la historia que el mismo Patricio Parra, escritor rarámuri, ha compartido con el mundo sobre cómo ese encuentro con las palabras dibujadas como hormigas en el papel le sembraron una gran curiosidad. Entonces le dijo a su padre: “Me tienes que llevar a donde enseñan a dibujar las palabras.” Por esta razón, a los once años de edad, en 1942, se trasladó
al poblado de Sisoguichi, donde estudió la primaria y la secundaria, aprendió el español y su escritura, además aprendió a escribir en su propio idioma aquellas historias que escuchó de sus padres y sus abuelos, convirtiéndose así en uno de los pocos escritores rarámuris. Los miembros de esta cultura se han caracterizado por su agilidad, velocidad y resistencia en las carreras y maratones, y también cuentan con importantes músicos, artesanas y pintores.
Cierto es que las lenguas originarias de México se han concentrado en el sur, pero en el norte también existen. Una de las más representativas es la rarámuri, que se distribuye en unos dieciocho municipios del estado de Chihuahua y, aunque no está en riesgo de desaparición inmediata pues aún cuenta con unos 85 mil hablantes, es evidente el desplazamiento lingüístico que sufre desde hace varios años, por lo que cada vez las nuevas generaciones conservan menos su idioma materno, sumado a la migración desde sus comunidades a las zonas urbanas, lo que los obliga a dejar de lado su lengua y sus tradiciones. Por esa razón, la recuperación de sus mitos, leyendas e historias es una forma de sostener la memoria de esta cultura.
Con sus escritos, Patricio Parra ha contribuido a la recuperación de los relatos míticos de los rarámuris, como aquellos en los que los cuervos hablan o las estrellas se roban el alma de quienes las miran mucho, o los que hablan de los gigantes que arrancaban los árboles de los bosques y las serpientes que se esconden en el fondo de los manantiales. La recopilación y recreación que hizo de estas historias lo llevó a ganar, en 2000, el Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Mexicanas, con la obra Rarrámuri Oseríwara- Escritos Rarámuris, publicada en 2003 por la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas del entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
En 2014 el fallecido investigador, políglota y promotor cultural de Chihuahua Enrique Servín, tuvo la idea de contar este encuentro inicial del escritor Patricio Parra con el mundo de las palabras escritas y se dio a la tarea de crear el guión para un cortometraje titulado El dibujar del idioma, dirigido por Jairo Sifuentes, mismo que está disponible en línea para quienes deseen disfrutar de esta historia, que parecería una ficción si no lo contara quien la vivió. Parra no ha sido un escritor prolífico, pero no es la abundancia de la obra lo que marca la importancia de la creación, sino el impacto que logra generar en sus lectores y escuchas desde su propia lengua y con la traducción. Este es el caso de don Patricio, quien ha logrado, con esas palabras dibujadas, llegar al corazón de las distintas generaciones de hablantes de rarámuri, así como acercar esta cultura a quienes vivimos lejos de ella.