Aprovechan los descuentos y los permisos indirectos de los profesores para saltarse la clase
Unidos por su amor a la lectura y el deseo de explorar el vasto mundo literario, decenas de estudiantes protagonizan la Feria Internacional del Libro de Minería (FILPM), encuentro que en una sola jornada ofrece más de 70 actividades, entre coloquios, mesas redondas, recitales, proyección de cortometrajes y presentaciones editoriales.
Desde su apertura, al despuntar la semana, el encuentro librero parecía sumido en una especie de letargo. Los pasillos estaban despejados y los traseúntes caminaban inmersos en sus quehaceres cotidianos, mostrando desinterés a lo que pasaba dentro del edificio de la calle Tacuba 5, en el Centro Histórico.
Sin embargo, el lunes pasado, a partir de las 13 horas, La Jornada constató el ferviente interés de los jóvenes, quienes aprovecharon las ofertas y descuentos especiales de la feria para adquirir ejemplares de géneros variados, desde la literatura clásica hasta la contemporánea, así de como textos académicos.
“El diario de Ana Frank, los cuentos de Edgar Allan Poe, La Ilíada y La Odisea son algunos de los libros que compré por recomendación de mi maestro de literatura”, explicó a este diario Abigail Medina, estudiante de la preparatoria 5 de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La verdad tendría que estar en clase como el resto de mis compañeros, pero de manera indirecta los profesores nos dieron permiso de saltarnos clases, siempre y cuando fuera para venir a la FILPM.
Diego Rivera, alumno de 19 años de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la máxima casa de estudios, explicó que es la primera vez que acude a la feria, por lo que par él resulta una experiencia simbólica.
“Hay títulos muy interesantes e invitados novedosos. La verdad no traía mucho dinero, pero compré por curiosidad el libro Publicidad y obesidad: Mitos y realidades, coordinado por Carola García Calderón, que me costó 90 pesos.”
Samuel Herrera, de la Facultad de Filosofía y Letras, puntualizó que no pudo evitar comprar libros de Nietzsche, Sócrates, Platón y Foucault, mis autores favoritos
, pero –reconoció– odio tener montañas de conocimiento acumulado y por la tarea no me da tiempo de leer
.
En los pasillos se apreció poca afluencia de niños, aunque uno de los pequeños visitantes se mostró muy ávido de curiosidad y conocimiento.
“Mi nombre es Diego Emilio Rodríguez, tengo 10 años y estudio la primaria; vengo a esta feria desde los cuatro. Me he llevado varias sorpresas al ir descubriendo géneros literarios que no conocía.
“No podría decir cuáles son los libros que más me gustan; creo que cada uno tiene su valor. Pero sí es necesario ahorrar los domingos porque en la actualidad muchos ejemplares cuestan mucho, sobre todo los más grandotes.
“Acabo de comprar La caída de Tenochtitlan, de José Luis Pescador, por 300 pesos. Pero no me alcanzó para llevarme algún cómic; estaban muy delgaditos y costaban más. Lo que sucede es que me gustan los de colección, de los años 80 y 90.”
Entre las actividades dedicadas este lunes a los niños y jóvenes destacaron los talleres El frottage y otras técnicas surrealistas, Aventura laberíntica y el biorally El rally de la vida, cuyo fin es incentivar la creación literaria y el interés por la lectura.
Con la participación de Sinaloa como estado invitado, la FILPM se puede visitar de lunes a viernes de 11 a 20:30 horas y los fines de semana de 10 a 20:30 horas.
El encuentro es organizado por la Libros UNAM, por conducto de la Facultad de Ingeniería y cuenta con el apoyo de otras instancias, como la Secretaría de Cultura federal y la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana.
La admisión tiene un costo de 20 pesos entre semana y 25 pesos los sábados y domingos. Los niños menores de 6 años y personas con capacidades diferentes entran gratis. La feria concluirá el 4 de marzo. Para mayor información, se puede consultar la cuenta @FILMineria en las redes sociales X, Facebook, Instagram y YouTube.