Entre 1998 y 1999, el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) apoyó una investigación para rescatar la memoria social de la expropiación petrolera, realizada por Carlos Montemayor, material con que Sergio Olhovich elaboró un guion cinematográfico. Durante el gobierno de Vicente Fox se buscó financiamiento para la filmación, pero no fueron favorecidos.
En 2003, Montemayor comentó a Abraham Zabludovsky –en el programa de radio De la A a la Z– una escena del mencionado guion para dar lugar a una reflexión sobre la situación que atravesaba entonces Pemex. Aquí lo reproducimos.
“El anuncio del desabasto de gas por parte del señor Muñoz Leos, de Pemex, pues prácticamente ya le abre las puertas al retorno de empresas como Shell, Texaco, Mobil, British Petroleum, que son las compañías que se fueron en el 38, cuando la expropiación petrolera. En algún texto que escribí, porque me lo pidieron para hacer un guion cinematográfico para el Imcine, yo ponía una escena en la Navidad del 38, en que los accionistas petroleros estadunidenses, en NY, en el coctel de Navidad, decían: ‘los mexicanos son incapaces de mantener el petróleo, así que tarde o temprano, será cuestión de días, de meses, de años, de décadas, pero regresará a nosotros’. Y, bueno, ya están regresando, exactamente las mismas compañías, ahora con el pretexto del anuncio del desabasto de gas.
Desde hace tiempo ocurren tantas cosas en nuestro país y en el mundo, quería comentar este proceso histórico casi simétrico que está planteándose con Pemex. Como bien sabes, el actual cabeza de Pemex, el señor Muñoz Leos, ha dicho que está a punto del colapso, o ya en el colapso, esta compañía o esta institución, porque ha aparecido una extorsión fiscal terrible que le ha impedido destinar recursos para su propio mantenimiento, su propio desarrollo y se le ha usado como ya no caja chica, sino como la enorme caja para resolver sorpresas y todo lo que se requiera en el país. Lo curioso, Abraham, es que en los años anteriores a la expropiación petrolera, las grandes compañías, a las que aparentemente quisiera invitar ahora a regresar el señor Muñoz Leos, dejaron de dar mantenimiento a las instalaciones petroleras de aquellos años, desde 1936 o un poco antes en ocasiones, para que llegara a tal deterioro la industria petrolera en México, y a tal deterioro las instalaciones, a cero mantenimiento, con el fin de que con ese gran deterioro se disuadiera a las autoridades mexicanas de una posible nacionalización o expropiación. Así, fíjate lo que son las cosas, las grandes compañías holandesas, británicas, estadunidenses, antes de 1938, dejaron de gastar en mantenimiento, en desarrollo de la industria, de sus instalaciones, a fin de evitar la expropiación. […] Con el paso del tiempo, crece, se desarrolla el proyecto de Pemex, pero desde el momento en que apunta la nueva teoría, la nueva visión de políticas económicas, hace más de 18 años, Abraham, se decide que los recursos destinados al mantenimiento de Pemex se limiten hasta desaparecer, a fin de que la estructura petrolera llegue a deteriorarse tanto que sea necesario privatizarla. […] Claro que Muñoz Leos insiste en que no se privatizará. Si tú dejas sin mantenimiento durante más de 20 años consecutivos a una empresa de estas dimensiones, tú no puedes privatizarla, lo único que puedes es dejarla que por su propio peso se vaya apagando, terminando y creando una industria paralela en estos proyectos que está planteando, integrales, para exploración, desarrollo, explotación, distribución, de tal manera que la privatización ya no sería sobre las instalaciones o la estructura de la industria petrolera mexicana, sino con la creación de una industria paralela que haría cada día de manera más acelerada, más inútil la industria existente. […] Es increíble cómo el mismo argumento sirve para evitar que nacionalicen en un caso, y en otro, más tarde, para que la privaticen o reprivaticen. Esto es increíble, esto se da solamente en un México tan sorprendente como el nuestro. […] Estamos hablando de las posibilidades del regreso de las viejas grandes compañías, o de los hijos o descendientes de los grandes amos de los consorcios de los años 30 en México. El pasado no termina de irse y el futuro no termina de ser nuevo. Estos son los contrastes de nuestro México contemporáneo.
En 2008, La Jornada Ediciones y el Sindicato Mexicano de Electricistas publicaron el libro de Carlos Montemayor 1938: El petróleo que fue de México. Argumento histórico para una película que aún no se ha filmado. Ahí explica Carlos que se trata de la memoria del proceso social de la expropiación petrolera que él escribió y que el Imcine apoyó para la elaboración del guion cinematográfico. Este libro detonó de nuevo el interés por la realización de la película, de tal manera que entre 2016 y 2017, un equipo encabezado por los actores Daniel Giménez Cacho y Ofelia Medina, así como Patricia Ruiz Anchondo, Susana de la Garza, Sergio Olhovich, entre otros, tuvieron la iniciativa de hacer una colecta nacional con el fin reunir un fondo para la filmación.
En esta administración, Sergio Olhovich volvió a solicitar el apoyo para la realización; ni el Imcine ni la Secretaría de Cultura dieron respuesta. Entre 2019 y 2020, Olhovich logró a través de Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción Cinematográfica Nacional recibir 25 millones de un total de 33 que era el costo total; el resto se completó por mediación del presidente Andrés Manuel López Obrador con un grupo de empresarios. Con la participación de Ianis Guerrero como Lázaro Cárdenas y Ofelia Medina como Amalia Solórzano, la película estará concluida para antes de que termine la actual administración. Este filme es el mejor homenaje al esfuerzo que durante los últimos años se ha dedicado al resurgimiento y fortalecimiento de nuestra industria petrolera.
*Escritora. **Historiador. Autores del libro: Nellie Campobello: mujer de manos rojas