Nudus, cinta mexicana de terror sicológico de Gibrán Bazán, “un gran hackeo revelará nuestra doble moral”

Nudus plantea que “un gran hackeo quitará las máscaras para revelar nuestra doble moral”

En la cinta trato de regresar los valores de la actuación y evitar el virus de la telenovela, afirma Gibrán Bazán // Se estrenará el jueves

Carla Hernández, en un fotograma de la película.
Juan José Olivares
La Jornada

En Nudus una habitación de interrogatorio es la metáfora de un espacio en blanco, onírico y perturbador donde el tiempo, el cosmos y los fenómenos cuánticos son parte de éste.

Se trata del limbo en el que permanece una de las 6 mil millones de personas afectadas por un gran hackeo en el que los datos se hicieron públicos y la ciberseguridad se vulneró gracias a la inteligencia artificial y la tecnología cuántica.

Ésta es la premisa de Nudus, cinta mexicana de terror sicológico de Gibrán Bazán (Los rollos perdidos, El Buquinista/ Arritmia) que se estrenará el 11 de abril en salas comerciales y en la que toda la información de su protagonista, sus búsquedas en línea, sus llamadas, sus mensajes de WhatsApp, audios, videos y geolocalizaciones quedan a merced de sus captores.

Todo lo que hoy publicas será utilizado en tu contra en un mundo donde la privacidad siempre ha sido una ilusión, avisa este filme en el que el histrionismo es el que dicta las emociones del espectador.

Nudus muestra la pesadilla de Laura Cohen (Carla Hernández), quien despierta de un coma en un misterioso lugar y tras lo cual es interrogada acerca de su pasado por Franz (Álex Crusa), hombre inquisitivo acompañado de una enigmática mujer asiática (Sayaka Yokoyama). El guion plantea una reflexión acerca de la influencia de la tecnología y las redes sociales en nuestra privacidad y cómo éstas vulneran nuestra intimidad.

“Estamos en la época de las apariencias. Vemos a Laura, quien antes atacaba a una empresa de transgénicos y luego, al año, la estaba alabando. Vemos cómo daba opiniones contra la pornografía, pero en sus búsquedas había puras páginas porno. Nudus muestra esa doble moral y que el discurso interior es lo importante.

Su casting fue esencial, porque el director deseaba que regresaran los valores de la actuación. Estoy peleado con el tipo de actuación que muchos hacen en México infectados del virus telenovela.

Explica: “se trata de una especie de entonaciones fársicas con apoyo en cejas y ojos; en una expresión corporal mediocre y que sólo está hecha para ilustrar clichés. El virus de telenovela permea en series y cine. Me han tocado castings en los que a los actores se les pide que actúen como en una telenovela. Me ha tocado incluso ver a los que les dicen ‘primeros actores’ que no se han dado cuenta de que pertenecen a un ecosistema de actuación mediocre ilustrando clichés”.

Para Nudus, Bazán quería una actriz que no fuera de telenovela. “Hice un casting con unas 50, pero al final encontré a Carla Hernández, y lo más irónico es que viene de la televisión. Tuvo un retiro personal y regresó con otro chip. En la cinta, considero, fue un fenómeno”.

Hay que decir que “el virus siempre está presente, listo para infectar por el ecosistema de actores que viven ahí: hacen 80 escenas al día, se alaban y premian entre sí… Encontrar buenos actores en México es difícil no porque no haya, sino porque están infectados con ese mal y no lo saben”.

Guerra contra los PAC

En la productora Marsash Cinema, asegura el cineasta, “deseamos no encontrar actores infectados y hacerle la guerra al PAC (producto audiovisual comercial), que es algo que imita al cine, como No manches Frida 1, No manches Frida 2, las cintas mexicanas en las que participan actores como Omar Chaparro o Eugenio Derbez… que no es cine”.

Nudus es la octava película de Marsash Cinema, que tiene ya varias coproducciones internacionales con países como España, Francia e Italia, la más reciente de ellas, Arritmia, rodada en París y Sicilia.

La cinta, comparte Gibrán, surge luego de presenciar los primeros hackeos. Hay que recordar que la empresa Security Discovery reportó lo que hoy se conoce como “la madre de todos los hackeos”, llamada MOAB, que filtró 26 mil millones de datos sensibles de empresas como Dropbox, Adobe, Linkedin, Deezer, X (antes Twitter); o el más reciente ocurrido en Colombia, donde incluso se inutilizaron redes bancarias, así como aquellas instancias que emiten actas de nacimiento y defunción.

“Estamos frente a un apocalipsis digital en varios niveles. Uno va a ser el financiero, pero luego viene el que será la gran tirada de máscaras, porque todos los analistas dicen que si una computadora cuántica de alto nivel llega a un grupo de hackers se podría hackear todo el rastro digital de al menos 6 mil millones de personas en 18 horas. Pero como nadie sabe cómo funcionan las cuánticas, la gente está tranquila porque cambió de celular varias veces, dice. Lo que no sabe es que estas computadoras pueden hacer triangulaciones para hacer público un historial”.

El director afirma que “le aterrorizan algunas cosas, pero digo ‘quién no se ha aventado una mentada de madre en un chat’; por otro lado también se verán las búsquedas en Internet de los sacerdotes o políticos, cosas fuertes. El gran hackeo llegará y se adelantará unos años viendo cómo avanza la tecnología cuántica”.

–¿Qué piensas sobre el crecimiento de la inteligencia artificial (IA) en el arte audiovisual?

–Viene un apocalipsis para Hollywood porque se va a lanzar Sora, que lo que hace es duplicar con realismo cualquier escena que te imagines. Si pones quiero ver a una mujer caminando por la 5ª Avenida en Nueva York y de pronto aterrice una nave y se la lleve, lo hará. Los estudios lo saben, así como que cualquier estudiante de cine, incluso, podrá hacer una cinta a nivel Marvel desde su recámara en menos de dos años. Están aterrados porque se les acabó el negocio a muchos que invirtieron millones en estudios de animación. Veremos grandes producciones hechas sin presupuesto.

Gibrán está en contra de que se meta lo actoral en la IA; o sea que, como cineasta, usaría Sora sólo como complemento.

El reparto de este largometraje está integrado por Carla Hernández, Alex Crusa, Sayaka Yokoyama, Myriam Behar, Vita Vargas, Matías Peralta, Marcia Uruchurtu, Ema Cladia Vega, Carla Boricó, Clarisse Bazán, Helena Puig, Roxana Sánchez Baez, Paula Ramos. Sofía Ramos hizo la dirección de fotografía; Hugo Mendoza, en la coordinación de posproducción; Víctor Hugo Azeta, en la dirección de arte, y el guion y dirección, de Gibrán Bazán.

El filme se estrenó en varias ciudades de Estados Unidos (donde se exhibió desde el 8 de febrero a través de la cadena América Cinemas en Texas, Arizona, California y Florida) y a partir del 11 de abril gracias al apoyo de CNMG Distribución y Kinema Scope llegará a más de 700 pantallas del país.

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