La exhibición, en la que también participaron grupos mexicanos, fue parte de la celebración por el Día de la Cultura China
Más que fuerza y destreza, el kung fu es arte, filosofía y disciplina, demostraron cuatro monjes del monasterio Shaolin de la provincia de Henan que participaron ayer en la celebración del Día de la Cultura China, organizado por la embajada de esa nación en nuestro país, en la que también intervinieron tres grupos mexicanos que practican este arte oriental.
Suspendidos –en apariencia– eternamente en el aire, contorsionados imposiblemente de forma horizontal o vertical, emulando a garzas, sapos o víboras, desafiando cualquier ley física o limitante de la anatomía humana, los ejecutantes orientales despertaron el azoro y la admiración de quienes acudieron a aquella representación diplomática, ubicada en el sur de la capital del país.
Fueran secretarios de Estado mexicano, funcionarios, legisladores, representantes de las fuerzas armadas, miembros de representaciones diplomáticas de otros países o de la comunidad china en México, a la mayoría se le desbordó la mirada y no pocos contenían la emoción ante esa muestra de destreza sobrehumana de aquellos monjes de apariencia impasible que agradecían la ovaciones con rápidas reverencias.
Era imposible no evocar escenas de cualquiera de las películas de Bruce Lee o pensar cuán tan corto se quedaba uno ante la magnificencia de esos artistas-atletas que, de forma natural, llevaban alguna de sus piernas detrás de sus cabezas, hacían no uno ni dos, sino hasta tres saltos mortales hacia atrás, parecían desarticular alguna de sus extremidades, o sentados en flor de loto se elevaban sobre sus dos puños o hacían lo mismo recostados de manera vertical. Todo de manera tan sorprendente como sublime.
El embajador asiático Zhang Run actuó de anfitrión y recordó que éste es un evento que tiene 10 años –con la pausa obligada por la pandemia– de celebrarse en México, con el ánimo de fortalecer el conocimiento y el intercambio de los pueblos y culturas de China y México.
Resaltó que en esta ocasión decidieron dedicarlo al kung fu chino por sus tres características fundamentales: la benevolencia hacia los demás, la defensa de la justicia y la sinergia entre el cielo y el hombre.
No sólo forma parte de lo fundamental de la excelente cultura tradicional China, sino también coincide con el objetivo de nuestra diplomacia de construir una comunidad de futuro compartido con la humanidad.
Precisó que un verdadero maestro del kung fu chino no lo aprende para usarlo, sino para lo contrario, a partir de la idea de que el benevolente es invencible.
Armonía entre las naciones
Al continuar su analogía entre esa milenaria disciplina y la diplomacia china, sostuvo que un enfoque de esta última ha sido la armonía entre las naciones en la que ese país asiático aboga por un mundo multipolar, igualitario y ordenado, así como una globalización económica universalmente beneficiosa
.
Aclaró que ello significa la construcción de un mundo pacífico, seguro, comúnmente próspero, abierto e inclusivo, además de limpio y hermoso.
Sostuvo que el espíritu chino del kung fu de no temer a los poderosos y defender la justicia ha sido un verdadero reflejo de esa cultura durante miles de años, como es la esencia de su diplomacia en la actualidad.
En cuestiones de gran importancia para el destino y la dirección del desarrollo mundial, China siempre ha valorado la confianza, la amistad, la justicia y la moralidad, y se ha mantenido firmemente al lado de los países del Sur global.
Afirmó que, como el kung fu, la diplomacia china respeta las leyes naturales, se adapta a sus cambios naturales y enfatiza la coexistencia armónica entre la gente y la naturaleza.
El embajador Zhang Run destacó que en poco más de un año de ejercicio diplomático en nuestra nación se ha enfocado en cumplir una política de las cuatro C: compartir, cooperar, construir y compenetrar.
Me complace ver que gracias a los esfuerzos conjuntos de todos ustedes, las relaciones chino-mexicanas han tenido desarrollos activos en estos cuatro aspectos
. Asimismo, recordó la reunión de noviembre del año pasado entre los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Xi Jinping en Estados Unidos, además de destacar que el comercio y la inversión bilaterales han crecido de manera constante.
“Según las estadísticas chinas, el comercio bilateral en 2023 llegó a 100 mil 225 millones de dólares, marcando un aumento de 6 por ciento respecto al año anterior, y en los primeros dos meses de este año el comercio bilateral aumentó en un sorprendente 18 por ciento interanual.
Proyectos como el Tren Maya, la línea 1 del Metro de la Ciudad de México y el tren ligero de Guadalajara se están impulsando con buen avance y se ha duplicado el número de empresas chinas en México.
De acuerdo con el representante diplomático, China y México están colaborando estrechamente en el aspecto multilateral, defendiendo firmemente el multilateralismo y la democratización de las relaciones internacionales, protegiendo la justicia internacional y los derechos legítimos de los países en desarrollo
, profundizando en la cooperación regional.
Afirmó que ambas naciones están en etapas claves de desarrollo
y que China valora altamente el papel de México en asuntos internacionales y regionales.
Mirando hacia el futuro, las perspectivas para el desarrollo de las relaciones de China y México son amplias y tienen un gran potencial. Juntos vamos a profundizar la confianza política mutua, mantener la cooperación de beneficio mutuo, heredar la amistad y enriquecer continuamente la asociación estratégica integral entre nuestros países hermanos en el mejor beneficio de ambos pueblos.