al servicio de la tolerancia
No encuentro mejor manera que una distinción tan prestigiosa como ésta para despedir una carrera profesional larga y satisfactoria como la mía, dice el catalán
haber valorado tan generosamente mis méritos.
Madrid.
El poeta Joan Manuel Serrat, quien con sus canciones se ha convertido en la voz y el alma de varias generaciones de nuestra era, fue galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2024 en reconocimiento a su honda raíz mediterránea
y a su defensa del diálogo frente a la crispación
. Tras conocer la noticia y visiblemente emocionado, el artista, de origen catalán, admitió: no encuentro mejor manera que una distinción tan prestigiosa como ésta para despedir una carrera profesional larga y satisfactoria como la mía
.
La voz quebrada de Serrat, que con sus letras y arreglos ha cantado a su cultura mediterránea, a los fulminados por la violencia del régimen fascista, a ese primer amor de la juventud, la inocencia y a la libertad, esa misma que evocaba Antonio Machado para no sucumbir ante la violencia y brutalidad del siglo XX, fue reconocida con uno de los galardones más prestigiosos del mundo y quizás uno de los que más ansiaba el cantante y compositor.
El jurado del premio, integrado por personalidades de la cultura y el arte como Claude Bussac, Josep Maria Flotats i Picas, Sergio Gutiérrez Sánchez, Maribel López Zambrana, Joan Matabosch Grifoll, Isabel Muñoz Villalonga, María Pagés Madrigal, Helena Pimenta Hernández y Rosa Torres-Pardo, entre otros, informó que la decisión se adoptó por unanimidad. Añadió que se justificó en el alcance de una trayectoria artística que trasciende la música y se hace referente cívico, sumando a las letras de sus canciones la fuerza del himno colectivo con voluntad universal
.
Además, explicó el jurado, en el trabajo de Serrat, de honda raíz mediterránea, se aúna el arte de la poesía y la música al servicio de la tolerancia, los valores compartidos, la riqueza de la diversidad de lenguas y culturas, así como un necesario afán de libertad. Defensor del diálogo frente a la crispación, la obra de Joan Manuel Serrat es un exponente de su irrenunciable vocación de tender puentes entre países y generaciones
.
Alegría y emoción
Serrat declaró: no saben con cuánta alegría y emoción recibo la noticia de la concesión del Premio Princesa de Asturias de las Artes 2024. No encuentro mejor manera que una distinción tan prestigiosa como ésta para despedir una carrera profesional larga y satisfactoria como la mía. Así que quisiera agradecer al jurado haber valorado tan generosamente mis méritos y también dar las gracias a todos los que en esta ocasión y en otras anteriores propusieron unir mi nombre a la lista de galardonados por este reconocimiento
.
Serrat, nacido en Barcelona en 1943, grabó en 1964 su primer disco, Una guitarra, y, tras formar parte del grupo Els Setze Jutges, se estrenó como intérprete en 1965. Un año más tarde protagonizó su primer recital como solista en el Palau de la Música de Barcelona, coincidiendo con el inicio de la época dorada de la nova cançó catalana
, movimiento artístico que impulsó la música cantada en catalán con espíritu reivindicativo en plena dictadura franquista.
Y así, poco a poco, y tras muchos recitales y actos reivindicativos, Serrat se convirtió en una de las figuras más destacadas de la canción moderna. Sus temas forman parte de la memoria emocional de varias generaciones en Cataluña, España y América Latina, tanto en catalán como en castellano, dos lenguas que le han servido para expresarse, a pesar de que eso le ha provocado conflictos; durante la dictadura, con el régimen fascista por utilizar la lengua natural de su tierra, y más recientemente con el nacionalismo catalán más intransigente, que le recriminó con insultos y descalificaciones que cantara en español y más aún que utilizara ese idioma para comunicarse.
A lo largo de su vida, Serrat ha puesto música a poemas de Antonio Machado, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Pablo Neruda, Mario Benedetti y Eduardo Galeano, entre otros. Todos ellos, poetas que han influido en su propia creación musical, que también está marcada por otros géneros, como el folclor catalán, la copla española, el tango, el bolero y el cancionero popular de Iberoamérica.
Su trayectoria ha sido destacada, además, por su compromiso y defensa de la democracia y los derechos humanos. En 1978 apoyó sin reservas la Constitución española y en los años 70 y los 80, se convirtió en un símbolo en muchos países de Iberoamérica por su calidad artística y compromiso frente a la dictaduras y regímenes dictatoriales militares, sobre todo en Argentina y Chile.
A lo largo de su vida ha recibido varios doctorados honoris causa y reconocimientos como la Orden de Águila Azteca de México (2010) y la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio del gobierno de España (2022).