La alarmante muerte masiva de monos aulladores, que suma 288 ejemplares en Tabasco, Chiapas y Veracruz

Demandan reconocer muerte de monos aulladores como emergencia ecológica

En carta al Presidente, ONG alertan de efectos adversos hasta para humanos

Una habitante de Comalcalco, Tabasco, ofrece agua a una cría de primate afectada por las altas temperaturas registradas en el sur del país.
Angélica Enciso L.
La Jornada

La alarmante muerte masiva de monos aulladores, que suma 288 ejemplares en Tabasco, Chiapas y Veracruz, ocasionada por el aumento de temperaturas en el país, debe ser reconocida y atendida por las autoridades ambientales como emergencia ecológica, figura establecida en la legislación. También se requieren esfuerzos coordinados, recursos adicionales e información clara para actuar en las zonas afectadas.

Integrantes del grupo de atención a la emergencia de monos aulladores SOS Saraguatos y de la Alianza Nacional para la Conservación de Primates señalan lo anterior en una carta enviada al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la titular de la Semarnat, María Luisa Albores.

Detallaron que, de acuerdo con información recopilada por la asociación Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta (Cobius) y un grupo de veterinarios y primatólogos, a la fecha han fallecido al menos 230 ejemplares en Tabasco, 35 en Chiapas y 23 en Veracruz.

Especies únicas, en riesgo

Esto es extremadamente preocupante porque las dos especies de monos aulladores mexicanos están en peligro de extinción, indicaron.

Las altas temperaturas, combinadas con los incendios, el estiaje y la degradación del hábitat, parecen dificultar el acceso de estos mamíferos a fuentes de agua, lo que podría ser la causa principal de las muertes. Además de los fallecidos, se han encontrado individuos vivos en el suelo con signos evidentes de golpes de calor y deshidratación que han requerido atención especializada, particularmente crías huérfanas.

En Tabasco han sido atendidos alrededor de 34 primates aulladores en la unidad veterinaria de Cunduacán, que se montó de manera provisional, se ha liberado a 11 a su hábitat y siguen en cuidado 18.

La muerte de los monos aulladores no sólo representa una pérdida irreparable para la biodiversidad de México, también indica un estado de alta vulnerabilidad en sus ecosistemas, lo que podría derivar en la pérdida de múltiples servicios ecosistémicos de los que nos beneficiamos las comunidades humanas. Estos animales tienen un papel crucial en la dispersión de semillas y el mantenimiento de la salud de los bosques tropicales, por lo que su desaparición tendría efectos adversos en cadena que afectarían a numerosas especies y a la estabilidad ecológica de la región, señalaron.

Hay una emergencia ecológica, según la legislación, y así debe declararse, asentaron.

Esta entrada fue publicada en Mundo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *