Recuerda Mario Rodríguez a Pedro Enriquez Ureña

“AQUELLOS TIEMPOS”.

Mario Rodríguez Estrada.-

LA ATENCION ES EL MATERIAL DE QUE SE HACE LA MEMORIA, Y LA MEMORIA ES GENIO ACUMULADO”.-Lowell.-

En memoria del Maestro Pedro Henríquez Ureña.-

Con nuestra atención puesta en los pormenores de la “ingente y heroica lucha calderoniana” en contra de los narcos, y de la respuesta ciudadana a este mal llevado movimiento, expresada en la multitudinaria “Marcha de la Paz”, encabezada por un doliente y “hasta la madre” herido padre, que como fiera ha tratado de que las “altas” autoridades del país entiendan y cambien su verborrea mediática…poco cuidado hemos tenido para evocar otros hechos y vidas de algunos connotados personajes …siendo admirador de la biografía y obra del Maestro Pedro Henríquez Ureña, recordé que este 11 de mayo del 2011, se cumplirán 65 años de su sentida muerte (1946).

Nació en la República Dominicana el 29 de junio de 1884, siendo sus padres Don Francisco Henríquez y Doña Salomé Ureña, médico el primero, poetisa y educadora la segunda, muriendo prematuramente a los casi trece años de vida de su hijo, 6 de marzo de 1897, advirtiendo en su vástago una intensa gravedad y un amor inusitado por los libros y el estudio, dedicándole ya a sus seis años, estos versos: “Mi Pedro no es soldado; no ambiciona/ de Cesar ni Alejandro los laureles;/si a sus sienes aguarda una corona,/la hallará del estudio en los vergeles/…Hijo del siglo, para el bien creado,/ la fiebre de la vida lo sacude;/ busca la luz, como el insecto alado,/ y en sus fulgores a inundarse acude/…antes de morir Doña Salomé escribe dos estrofas más para completar el poema: Así es mi Pedro, generoso y bueno;/ todo lo grande le merece culto;/ entre el ruido del mundo irá sereno,/ que lleva de virtud germen oculto//…Cuando sacude su infantil cabeza/ el pensamiento que le infunde brío/ estalla en bendiciones mi terneza/ y digo al porvenir: ¡Te lo confío!/.

Vino a México en 1906 y participó en las actividades del “Ateneo de la Juventud”, uniéndose a Antonio Caso, Luis Castillo Ledón, Alfonso Cravioto, Jesús T. Acevedo, Ricardo Gómez Robelo y Alfonso Reyes…más tarde se agregaron a ellos: José Vasconcelos, Martín Luis Guzmán y Julio Torri…a su contacto, se despierta en Henríquez Ureña su vocación de Maestro y de Promotor de la cultura, reviviendo en él los antiguos genes maternales.

Colaboró intensamente con esa encomienda repartiendo su atención entre México, Cuba, República Dominicana, España, Estados Unidos de América,, ,recalando finalmente en la República Argentina, donde vive sus últimos años, en compañía de su esposa mexicana: Isabel Lombardo Toledano, hermana de Vicente Lombardo Toledano…en la Argentina conoce, entre otros muchos, a Jorge Luis Borges, quien le define como un “Gran Maestro”, que enseña con el ejemplo de tratar las cosas con un estilo genérico de enfrentarse, sin temor, al incesante y vario universo”…y le describe: “Sé que no era varón de muchas palabras…su método, como el de todos los maestros genuinos, era indirecto, rara vez condescendía a la censura del hombre o a los pareceres equivocados—es innecesario fustigar el error—decía—porque este por sí solo se desbarata.”.-

Escribía en varias publicaciones del continente…fue el creador de la serie “Biblioteca moderna del fondo de cultura económica”…colaboró con Nicolás Rangel y Luis G. Urbina en la “Antología del Centenario” (1910)…Autor de la “Versificación irregular en la poesía castellana”(1920)…De “Estudios mexicanos” hermoso libro en el cual estudia todas las épocas de la literatura y autores mexicanos…Mario RE le saluda y le recuerda con estimación y cariño, releyendo continuamente sus brillantes obras, que le transportan amorosamente a recordar “Aquellos tiempos”.-