En operatico de la CONAGO en Veracruz se cometieron crímenes contra miembros de «La Otra Campaña»

CDH Tlachinollán informa y solicita:

Por este medio me permito solicitar su solidaridad con dos compañeros de la otra campaña, cuyo tío fue asesinado en Xalapa, Veracruz y después, criminalizado como «sicario» por autoridades estatales.

Los compañeros van a iniciar una queja ante la CNDH para denunciar este y otros asesinatos, llevados a cabo ese día, en el marco del Operativo de la CONAGO.

La idea es acompañarlos y protestar por estos sucesos.

Xalapa, Ver., 27 de junio de 2011

Janet Figueroa Sánchez y Julio César Landa Torralba presentaron este

lunes dos denuncias penales contra policías estatales adscritos a la

Secretaría de Seguridad Pública, por el delito de homicidio en contra

del padre de la primera, Joaquín Figueroa Vásquez; y del padre del

segundo, Tito Landa Argüelles, quienes resultaron muertos durante el

tiroteo suscitado el viernes diecisiete de junio pasado, en la

carretera Xalapa–Veracruz, a la altura del destacamento militar de “El

Lencero”.

A las 11:00 horas se presentaron en las oficinas de la Procuraduría

General de Justicia del Estado, ubicadas en el Circuito Presidentes,

acompañados por sus abogados Fidel Guillermo Ordóñez y Claribel

Guevara Pérez, del Despacho “Ordóñez, Ordóñez y Téllez, Abogados

Asociados”, donde entregaron sendos escritos que fueron sellados de

recibido por el personal ministerial.

En sus denuncias, tanto Figueroa como Landa Torralba, niegan que sus

respectivo progenitores, el mecánico diesel Joaquín Figueroa Vásquez,

padre de tres hijos; y el laboratorista Tito Landa Argüelles, padre de

cinco hijos, se hayan dedicado a actividades delictivas, tal como les

achaca el Gobierno de Veracruz, cuyas autoridades afirman que los

abatidos eran sicarios que cayeron durante el tiroteo, donde se les

hubieron encontrado armas de grueso calibre, granadas de fragmentación

y otros artefactos de uso exclusivo del Ejército Nacional.

Figueroa explicó que su padre laboraba desde hace aproximadamente ocho

años en la empresa denominada “Triturados Río Seco S. A de C. V.

Materiales para la Construcción, Renta de Maquinaria y Fletes en

General”, misma que tiene su domicilio en la ciudad de Amatlán de los

Reyes, Veracruz, donde desempeñaba las actividades de reparación y

mantenimiento de maquinaria pesada, en todas las sucursales de la

referida empresa, situación que lo obligaba a viajar constantemente y

carecer de un horario fijo de actividades.

Refiere que el finado estuvo laborando el día de los hechos todo el

día en el poblado Chichicaxtle, municipio de Puente Nacional, donde

realizó el cambio de sellos de un gato hidráulico de un camión volteo

Yucle, Carterpillar, lugar de donde salió alrededor de las 6 de la

tarde rumbo a Xalapa, en la camioneta pickup doble cabina, color

blanco, marca Mitsubishi modelo dos mil nueve, tipo L200 con placas

XN-11-781 propiedad de la constructora, a donde viajó en compañía del

ingeniero Raúl Tecatl Cuevas quien conducía el vehículo, Tito Landa

Argüelles laboratorista de la compañía, que ocupaba el lugar del

copiloto y el propio Joaquín Figueroa Vásquez quien ocupaba el asiento

trasero. Estos datos, proporcionados por los otros trabajadores de la

empresa.

Continúa narrando en su denuncia que fue hasta el día siguiente,

sábado, cuando al intentar contactar a su padre por teléfono, le

contestó una persona desconocida el Nextel que era propiedad del

finado, la cual le recomendó buscarlo en Servicios Periciales, donde

finalmente localizaron el cadáver, el cual presentaba golpes en la

nariz, en el ojo izquierdo y entre la barbilla y el labio inferior una

herida de aproximadamente cinco centímetros de longitud, que había

sido suturada; además de dos disparos en la cabeza, y el personal le

informó que tuvo impactos de proyectil de arma de fuego en la región

del tórax. También les mostraron fotografías de la forma como se había

encontrado el cuerpo sin vida, el cual estaba en una camioneta negra.

La denunciante, Janet Figueroa Sánchez, desmiente la versión oficial

de que su padre fuera sicario, ya que afirma que era una persona

modesta con un sueldo quincenal de 7 mil pesos.

Por su parte, el otro denunciante, Julio César Landa Torralba, afirma

que ante el retraso de su padre el día viernes para llegar al hogar,

procedieron a buscarlo y en la empresa les informaron que había salido

con normalidad, y fue hasta el sábado cuando, mediante la intervención

del apoderado legal de la compañía, les informaron que estaba en

Servicios Periciales, hasta donde acudió el denunciante. Ahí le

mostraron fotografías e identificó el cadáver, en el cual apreció que

tenía golpes en la nariz, en la boca y en los ojos, ya que tenía muy

amoratados los párpados, principalmente el izquierdo.

Sin embargo, el certificado de defunción y el acta de defunción

señalan que Landa murió por “traumatismo craneoencefálico secundario a

herida por proyectil de arma de fuego”, lo cual, indica el

denunciante, es falso, ya que él personalmente vio el cuerpo sin vida

de su padre y apreció dos balazos en el cráneo, uno en el brazo

derecho, uno en el glúteo y uno en la pierna, así como múltiples

golpes en la nariz, en la boca la cual la tenía inflamada, los ojos,

ya que tenía muy amoratados los párpados, principalmente el izquierdo

y las espinillas, así como varios rasguños y raspones, y le llamó la

atención principalmente que la mano izquierda estaba manchada de un

color negro. Por si lo anterior fuera poco, el documento de defunción

contiene como hora de la muerte de Landa, las 17:30 horas, lo cual no

se corresponde con la versión oficial, ya que la balacera

supuestamente fue a las 19:00 horas.

Ambos denunciantes destacan las incoherencias entre la versión oficial

y los hechos, entre las cuales mencionan las siguientes:

Primero.- Que los correspondientes certificados de defunción

especifican como la causa de ambas muertes un “traumatismo

craneoencefálico secundario a herida por proyectil de arma de fuego”,

lo cual es falso porque los cuerpos de Figueroa y Landa presentaban

más de dos proyectiles, pero además, la coincidencia de que, en un

tiroteo, ambos murieran por un solo balazo, es absurda.

Segundo.- Que al acudir a Servicios Periciales, les mostraron

fotografías en las que aparecen los cuerpos sin vida, donde se aprecia

que portaban armas largas y cortas, presentados en una camioneta

negra, completamente diferente a la que ellos empleaban y habían

utilizado para su trabajo, que era una unidad de color blanco.

Tercero.- Que la camioneta de trabajo que los hoy extintos emplearon,

de color blanco, marca Mitsubishi, placas XN-11-781, permaneció hasta

el día jueves veintitrés de junio retenida en las instalaciones de la

Agencia Tercera del Ministerio Público Investigador, sin embargo,

afirman ambos denunciantes, pudieron percatarse, al acudir a ese

lugar, que la camioneta se encuentra intacta, es decir, no cuenta con

impacto alguno de proyectil de arma de fuego, de donde se infiere que

los hoy extintos fueron bajados, torturados, asesinados y luego

puestos en la camioneta negra, donde les “sembraron” armas de alto

poder para luego tomarles fotografías y decir que habían sido

abatidos, fuertemente armados, en ese vehículo negro.

Cuarto.- Que es evidente que ambos trabajadores fueron torturados, lo

que se infiere por los golpes en la nariz, los ojos, entre la barbilla

y el labio inferior, y en otras zonas de sus rostros. Además, los

impactos en la cabeza indican tiro de gracia.

Quinto.- Que el gobierno del Estado de Veracruz miente al mencionar

que a los supuestos sicarios abatidos se les habían encontrado armas

de grueso calibre, granadas de fragmentación, y otros artefactos de

uso exclusivo de elementos del Ejército Nacional. Esta mentira queda

en evidencia por el boletín emitido por la propia Secretaría de

Seguridad Pública de Veracruz, mediante el cual afirma que, en el

periodo del 13 al 19 de junio de 2011, se recuperaron 7 armas en 7

municipios, de las cuales UNA corresponde a Xalapa, por lo que cabe

preguntarse ¿dónde están las armas cortas y largas, así como las

granadas recuperadas supuestamente en la balacera del 17 de junio,

fecha que queda incluida dentro del periodo del informe? Tampoco

aparece Emiliano Zapata, municipio en cuyo territorio ocurrieron los

hechos.

Sexto.- Que la Procuraduría General de Justicia del Estado emitió con

fecha de ayer domingo 26 de junio un boletín sin número en el cual

afirma que los extintos Figueroa, Tecatl y Landa eran delincuentes que

agredieron a las fuerzas del orden, las cuales supuestamente

respondieron y los abatieron. Nuevamente cabe preguntar ¿y por qué la

camioneta blanca en que viajaban –y que fue retenida por el Ministerio

Público- no presentaba ningún impacto de bala?

En conclusión, que los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública

de Veracruz asesinaron a civiles inocentes, trabajadores de clase

humilde, a los cuales ahora insisten en hacer aparecer como sicarios,

e inclusive hicieron que el gobernador del Estado, Javier Duarte,

convalidara públicamente tal engaño haciéndole creer al mandatario que

era un triunfo del combate a la delincuencia.

Finalmente, invitaron a otros familiares de víctimas asesinadas en

condiciones similares, a que se unan a esta lucha para que se castigue

a los responsables por las muertes de humildes trabajadores inocentes.

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