José Guadalupe Posada, el gran grabador que murió en el desamparo

José Guadalupe Posada, el gran grabador que murió en el desamparo

José Guadalupe Posada nació en la ciudad de Aguascalientes.

El alcoholismo y el abandono fueron las causas de su muerte un 20 de enero de 1913.

El 2 de febrero de 1852 nació José Guadalupe Posada, en Aguascalientes, México. La obra de Posada se vinculaba con la crisis que durante el Siglo XIX se vivía en la región. Su extensa producción gráfica y su calidad lo elevan como un ícono universal que consolidó una visión nacionalista. Voz popular de la realidad, hijo de su época.

Semblanza

Sólo se conocen dos fotografías de él y de su vida se saben pocos detalles, como que el oficio que debía seguir por herencia familiar sería la de panadero. Fue rebelde y desde muy joven se inició en el dibujo satírico e ingresó a los 16 años al taller Trinidad Pedroso para aprender grabado en madera y litografía. A causa de las audaces ilustraciones que aparecieron en la publicación local El Jicote, Posada tuvo que abandonar su ciudad natal. Radicado en León, Guanajuato, realizó grabados y trabajó en una escuela secundaria como maestro de litografía.

A los 35 años Posada llegó a la Ciudad de México, en donde abrió su propio taller y conoció al impresor Antonio Venegas Arroyo, con quien colaboraría incansablemente en la tarea de informar al pueblo de los más diversos acontecimientos, utilizando formas originales, mordaces y divertidas.

Entre otras cosas, Posada ilustró acontecimientos populares que lo mismo trataban de hechos políticos, crímenes truculentos, accidentes y hasta pronósticos del fin del mundo.

Su genio le dio vida a innumerables calaveras y esqueletos a través de los cuales el artista ejerció una aguda crítica social del México de finales del siglo XIX e inicios del XX.

José Guadalupe Posada influyó poderosamente en el arte mexicano de las generaciones siguientes. Su talento y originalidad son ahora reconocidos en varios países. Sin embargo, su legado vino postmortem, ya que murió en el abandono.

José Guadalupe Posada trabajó como impresor, grabador e ilustrador. De su mente y sus manos surgieron dibujos que acompañaron miles de hojas volantes, su talento pudo verse también en 70 periódicos (como El Jicote y El Hijo del Ahuizote) y los 110 libros que componían la Biblioteca del Niño Mexicano.

La Catrina

José Guadalupe Posada alcanzó fama mundial por ser el autor de La Catrina, sin embargo fue Diego Rivera quien le dio el nombre. Posada llamó a su grabado La Garbancera y tras su muerte se convirtió en la imagen asociada a la celebración del Día de Muertos.

Su muerte

De acuerdo con el historiador Agustín Sánchez González (revista Relatos e Historias en México), el 20 de enero de 1913, cuando José Guadalupe Posada murió:

“pareció no importar a nadie. El cadáver de don Lupe, cuya acta de defunción señaló alcoholismo como causal, salió de una vecindad marginal de Tepito con rumbo a las tumbas de sexta clase, las únicas gratuitas del panteón de Dolores. Ahí permaneció sin que nadie reclamara sus restos, quedando en el olvido en una fosa común, junto a decenas de calaveras del montón que, como él, fueron olvidadas”.

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