Teotihuacan,: La Gran Obra Mesoamericana

Teotihuacán es la excepción en Mesoamérica

 

«Teotihuacán se erige como la gran obra de la cultura de

 Mesoamérica»

 

Croquis de la Ciudad Sagrada, hoy al Poniente de la Ciudad de Querétaro

 

En Querétaro, a ocho kilómetros del centro de la ciudad, en el Pueblito, se encuentra una Ciudad Sagrada, con una pirámide de las mismas dimensiones de la de La Luna, en Teotihuacán y una gran influencia tanto teotihuacana como tolteca, que merece mucha atención de los habitantes de esta ciudad y luego, la podemos platicar al mundo, sus dimensiones, lo estudiado sobre ella, más sus hallazgos nos impelen a ello.  Fue un Estado fuerte, pero lo afectaban pugnas entre jefes locales, se Asegura.

No se sabe prácticamente nada de cómo se gobernaba la ciudad y el Estado teotihuacano.

En 2004 fue encontrado un sepulcro en la Pirámide de la Luna. De acuerdo con la arqueóloga, Linda R. Manzanilla, sólo se ha estudiado ocho por ciento de la superficie de la ciudad  

Aunque en la Pirámide del Sol no se han encontrado sepulcros, aún no ha sido explorada en su totalidad. 

Teotihuacan,  un estado fuerte, con una su sociedad que era multiétnica, con sus tlatoanis de los barrios y un cogobierno central para esa gran urbe Mesoamericana considerada, por los elementos estudiados hasta ahora, la gran ciudad del periodo Clásico.

Con un área de 20 kilómetros cuadrados y 125 mil habitantes, Teotihuacán fue una ciudad gigantesca para su tiempo y aportó a otras culturas la idea de una traza urbanística ortogonal, el establecimiento de un sistema de drenaje y la vida compartida en conjuntos multifamiliares.

 

 

La Ciudad de los Dioses,  ha sido excavada hasta ahora en ocho por ciento de lo que abarcaba su extensión hasta ahora conocida.

La antigua ciudad que desapareció sin dejar evidencia de quiénes fueron sus gobernantes y de las causas que ocasionaron su declive.

Teotihuacán es la excepción en Mesoamérica.

Linda R. Manzanilla Naim, consejera de El Colegio Nacional y  primera mujer mexicana en ingresar a la  Academia de Ciencias de Estados Unidos.

Entre sus publicaciones destacan La constitución de la sociedad urbana en Mesopotamia, Akapana, Una pirámide en el centro del mundo y Teotihuacán, un libro tridimensional, ha realizado investigaciones sobre el surgimiento y transformación de las sociedades urbanas en Mesoamérica.

Las pirámides del Sol y de la Luna, el templo de Quetzalcóatl, La Ciudadela, el Palacio de los Jaguares, la célebre calzada de los Muertos y su pintura mural identifican hoy día a la antigua civilización y, el enorme rompecabezas que significa armar su historia, sin embargo, apenas ha sido develado en un ocho por ciento, tras las excavaciones realizadas durante años en esa zona arqueológica.

Teotihuacan  tiene muchas caras y para develar sus misterios los especialistas han realizado durante décadas numerosas excavaciones y utilizado innovadoras tecnologías.

Aparatos geofísicos como magnetómetros, resistivímetros, gradiómetros, gravímetros, radares, para detectar estructuras y oquedades sepultadas, además de estudios geoquímicos, palinológicos, paleobotánicos, paleofaunísticos, citolíticos, osteológicos, genéticos y cronológicos que se suman a las investigaciones de campo y de laboratorio ejecutadas por un cúmulo de expertos.

«La tecnología de punta se utiliza al interior de la Pirámide del Sol, precisamente en el túnel prehispánico que está bajo la superficie donde se edificó el monumento, y que consiste en un detector de partículas cósmicas, construido por el  Instituto de Física de la UNAM«.

¿Que estudios  faltan por realizarse en esta zona de cultura Mesoamericana?

Teotihuacán es una ciudad gigantesca para su tiempo, de los 20 kilómetros cuadrados que la integraban, sólo se ha excavado muy poco. Aún falta mucho por saber de su composición social, pese a que sabemos que era una sociedad multiétnica donde además de los teotihuacanos, coexistían con los zapotecos, veracruzanos, michoacanos y quizás otros grupos de los ahora estados de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y Guerrero.

No se sabe prácticamente nada de cómo se gobernaba la ciudad y el Estado teotihuacano.

Pero se saben sus aportaciones a otras culturas. Teotihuacán aportó la traza urbanística ortogonal, la planificación urbana, el sistema de drenaje muy bien planeado, la vida en conjuntos multifamiliares, la concepción de la tollan arquetípica o ciudad primigenia de artesanías  y la organización corporativa.

En tiempos recientes se ha vislumbrado que Teotihuacán aparentó ser un Estado fuerte, pero parece no haber sido así. El Estado teotihuacano hizo todo lo posible para atraer mano de obra foránea para el trabajo en las artesanías y la construcción, y por eso invirtió mucho tiempo en embellecer la ciudad, en ordenarla en una retícula urbana, en decorarla con murales esplendorosos.

Atrajo a mucha gente, pero dado el carácter multiétnico de esta sociedad, había contradicciones fuertes entre la organización de los barrios y la del gobierno central.

Al parecer el gobierno central estaba basado en una estructura corporativa de cogobierno, pero los barrios parecen estar regidos por familias poderosas y ricas, que se comportaban como señores feudales. Había quizá mucha tensión entre estas dos formas y escalas de gobierno.»

Hasta ahora nadie ha encontrado  entierros de gobernantes teotihuacanos, y quizá las pirámides no fueron tumbas, sino templos dedicados a las deidades.

Sin embargo, dado que no se han hallado esas tumbas reales, se están asegurando de que no estén en la Pirámide del Sol.

Es interesante conocer  la articulación de los barrios,  élites intermedias que los rigen y administran, con el gobierno central, y por supuesto, interesa detectar a los representantes de los diversos niveles de gobierno.

Se está excavando en Teopancazco y Xalla, pero también se estudia una ‘tomografía, para lo que se está utilizando la tecnología de los muones, que se esta haciendo en la Pirámide del Sol, con el fin de entender  su interior en un futuro cercano.

La tollan teotihuacana fue la primera en su género, y también la única sepultada en el mito de su creación.

Sin embargo, la característica más excepcional frente a sus contemporáneos fue,  la organización corporativa del gobierno, y el hecho de ser la excepción en Mesoamérica.

«Quiénes gobernaron sucesivamente Teotihuacán por seis siglos escondieron sus caras y tumbas, no revelaron sus nombres, no hicieron patentes sus hazañas, disimularon sus moradas en el mar de conjuntos arquitectónicos”.

Singular reto intelectual, comprender cómo estuvo regido el Estado teotihuacano y su capital.

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