Viernes de Dolores en Querétaro

Viernes de Dolores en Querétaro

 La tradición de celebrar el Viernes de Dolores según el sentido litúrgico data aproximadamente de 1413, fecha en que se decide consagrar en la ciudad de Colonia, Alemania, el IV Viernes de la Cuaresma a los dolores de la Virgen.

Nuestra Señora de Los Dolores de Soriano, es Patrona de la Diócesis de Querétaro, es una imagen pequeña de La Virgen de los Dolores que trajeron los frailes dominicos al semidesierto queretano y dejada en una capilla que construyeron en El Doctor, destruida por los Jonaces, quedó tirada por los suelos durante 14 años,  para que posteriormente fuera traída a la misión dominica de Soriano, donde ahora tiene un santuario.

En nuestra ciudad de Querétaro como en muchas otras del país se tiene la costumbre de celebrar a la Virgen de los Dolores de una manera muy peculiar le llamamos al quinto viernes de cuaresma “Viernes de Dolores”.

Existe aquí un templo bellísimo y un convento adjunto que al fundarse se le llamó templo y convento de Nuestra Señora de Los Dolores y ahora conocemos como el templo de San Agustín y al convento como el Museo de Arte.

 

La Imagen de Nuestra Señora de Los Dolores de Soriano, patrona del Obispado de Querétaro, la podemos ver en la Capilla de la tercera Orden en Santo Domingo, otra réplica en un costado o en la nave central del templo  Catedral.

Se visiten los altares en honor de la Virgen, adornados con flores, frutas y banderas de papel picado de colores negro, morado y blanco; ofrecen agua principalmente de chía a los visitantes  o el agua  especial de esta fecha,  hecha de naranja, plátano y lechuga. 

Muchos altares pueden encontrarse dentro de las casas con la ventana abierta para ser vistos por los viandantes, en las calles, en las oficinas, en los museos, entre otros muchos lugares, cada año se busca la forma de que sea el altar de diferente manera.

El Altar de Dolores esta lleno de velas, flores y papel de colores, parece más bien una muestra de alegría que de tristeza. Se le agregan algunos elementos francamente prehispánicos que terminaron por hacer de él algo único en su gracia barroco-mexicano.

El montaje del Altar se prepara la víspera y deberá simular el Calvario. Se hace colocando un fondo de cortinas de tela morado y blanco, para así recordar su dolor. Se usa papel corrugado pintado de color acre simulando el monte y en la parte central se colocará un Crucifijo y al pie del mismo, la imagen de la Virgen de los Dolores. En las mesas donde se coloque el Altar se utilizan manteles blancos. Abundan las veladoras y cirios. La mesa se cubre totalmente con manzanilla.

Sobre la mesa y en todo el altar, se colocarán naranjas agrias las que se pintan o forran de color dorado y se les clavan banderitas de colores. En el piso se riega hinojo y mastranto o cualquier tipo de hoja.

Algunas personas mandan bordar en los manteles blancos dos pescados y un cestito con cinco panes en color oro y plateado, que representan el milagro que hiciera Jesucristo al dar de comer a más de 5 mil gentes.

El agua de colores que se colocará en recipientes de cristal o vitroleros, representa las lágrimas de la Virgen.

A estos elementos del Altar se agregan los trigos sembrados 15 días antes y que se han conservado en un lugar oculto de la luz para que no den plantitas de color amarillo.

El sentido popular le ha brindado a este altar un enriquecimiento que algunos y mas en otras épocas se colocan esferas gigantes de vidrio azogado para darle profusión a la luz, flores alhelíes moradas y blancas, comales de barro sembrados de chía, dibujando en ellos el símbolo de la pasión de Cristo y un tapete generalmente cubierto de salvado, café molido, granos y semilla de todo tipo y pétalos de flores.

La tradición nos marca que en cada casa que se coloca el altar, se responde a la pregunta de los visitantes ¿Aquí lloró la Virgen?, dándoles un vaso de limonada que se adornará con chía, que representa las lágrimas que la Virgen lloró en esa casa.

Tallas de la Dolorosa las podremos encontrar en todos los templos del centro de la ciudad de Querétaro, recordemos que el ahora llamado Panteón de los Hombres Ilustres su primer nombre fue el de Panteón de Nuestra Señora de Los Dolores y allí se encuentra una capilla hecha en su honor. 

En la ahora conocida capilla del Santísimo en el templo de San Francisco, en el corazón de nuestra ciudad, encontraremos una hermosa réplica de la “Mater Dolorosa” de Miguel Ángel.