San Luis de la Paz: Capital de La Sierra Gorda…

San Luis de la Paz 

La gran planicie donde termina o comienza el territorio de la Sierra Gorda, llamada antiguamente Laguna de Patos, y donde sus aguas tributan a los dos mares, uno por el Río de la Laja para el Lerma que termina en el Pacífico, y otro por el Río Peñamiller que desemboca en el Moctezuma y este a su vez en el Pánuco, terminando en Tampico. 

En sus cercanías se encuentra desde 1750 la llamada Misión de Chichimecas, que es el último reducto Jonás, después del etnocidio que llevara en la Sierra Gorda, José de Escandón. 

Para 1595 se instalaron los padres jesuitas, algunos españoles y los grupos de indios aliados a estos y establecieron una Doctrina. 

Construyeron posteriormente la Parroquia, algunas capillas como la del Hospital, la del Santuario de Guadalupe, la de las Ánimas y la del Panteón, dedicándose en mucho al aprendizaje de los diferente idiomas de los grupos indígenas que se instalaron ahí y los que ya había en la Sierra Gorda. 

Las dos veces en que la Serra Gorda figuró como Departamento independiente, fue San Luis de la Paz su capital, aunque por su posición y naturaleza ancestralmente y sin nombramientos políticos ha sido la capital de esta región y de donde partieron los jesuitas a misionar lo que hoy conocemos por Sierra Gorda en el estado de Guanajuato y que abandonaron los franciscanos, ahora perteneciente a la Diócesis de Querétaro.  

San Luis de la Paz, primera Misión encargada por la Iglesia Católica en el actual territorio mexicano y a poco tiempo de la llegada a América de estos religiosos fue la fundadora de esta misma religión en la parte de la Sierra Gorda que hoy pertenece al estado de Guanajuato, pero  que canónicamente pertenece desde 1864 al Obispado de Querétaro y por tanto los jesuitas son también fundadores de la Iglesia en esta Diócesis. 

El Mineral de Pozos está metido entre dos pequeñas cordilleras, una llamada el Cerro del Azogue, formada por este cerro, el de Lobos, Cerro Pelón, Peña de la Víbora, Picacho de la Quija, y la otra pequeña cordillera la forma solamente el Picacho de la Noria de Charcas, de este que fuera muy rico Mineral del Palmar, bajo el patrocinio de San Pedro Apóstol. 

Este Mineral de Pozos ya existía antes de la llegada de los españoles a la región, y sus minas eran explotadas por sus habitantes milenarios que desprendían las capas de las vetas. Todavía se puede observar las huellas de estas labores mineras prehispánicas, así como sus pozos o tiros y su producción principal fue el mercurio  

En 1585 aparecen ya los nombres de Palmar de Vega y de San Pedro de los Pozos, llegando los primeros colonos atraídos por las minas y para 1592 los jesuitas toman a su cargo la más importante mina que ha tenido esta población, la llamada de Santa Brígida, donde dejaron muestras de un sistema minero a la vanguardia de su época.