Los intelectuales frente al poder

   

                   La crítica

     Los vínculos de los intelectuales frente al poder local, durante la dictadura perfecta en nuestro estado, han sido muchos.  

Ahora con la alternancia en el poder, ya dada ésta en nuestra entidad, la auto censura aparece como un nuevo signo de debilidad social, de tal suerte que el amasiato anterior perdura, con las consecuencias naturales de dejar al príncipe, autoridad absoluta y sin cuestionamientos y a la ciudadanía sin la posibilidad de que sus pensadores -científicos o escritores- sean interlocutores válidos y críticos frente al poder local, tanto político, como económico o social. 

 

La Universidad Autónoma de Querétaro, generadora de intelectuales y científicos, ha padecido de este mal y lo ha transferido a la sociedad. Los intelectuales ajenos a ella coquetean o se callan frente a las arbitrariedades del poder o sus creaciones carecen de la fuerza necesaria o de difusión suficiente para impedir que el príncipe actúe libremente y sin censura. 

No menciono a otras instituciones de educación superior o de investigación radicadas en la entidad o a los medios de comunicación local, – donde escriben quienes han alcanzado la posibilidad de razonar sobre la base de un legajo personal de conocimientos adquiridos en forma escolar o autodidacta, –  porque los setenta años de la dictadura perfecta, no los han podido dejar atrás y se mantienen acríticos frente a las acciones de los líderes sociales, tanto de la política,  de la economía o de la administración pública. 

Hemos pasado en Querétaro, por problemas de cancelación de oportunidades para instalación de medios de comunicación o truncado los que han comenzado, con escritores llevados a consejeros ciudadanos, con investigadores llevados a puestos de elección popular, o de intelectuales llevados como asesores y luego abandonados “ a su suerte” o vilipendiados, o en el mejor de los caminos de pensadores olvidados en sus cubículos o destinados a los cafés y al abandono.  

Nadie ha levantado la voz en medio de la Plaza Pública. 

Es frecuente encontrar a letrados en nuestro estado, que renuncian temporal o definitivamente a la crítica, para ponerse al servicio de las causas que juzgan más urgentes o más redituables, dejando así de ser interlocutores de las diferentes instancias de poder. 

El tradicional poder avasallante del Estado y las endebles fuerzas de la sociedad, no dan  las condiciones favorables para la independencia del intelectual y quienes ejercen la intelectualidad han permitido que el gobierno sea el promotor único de las artes, las letras o las ideas. 

Los acarreos de artistas e intelectuales a las campañas políticas de los candidatos a la presidencia están en su apogeo, son los cortesanos, pero además están los indiferentes y los disidentes, pero callados ambos. 

Se ha dejado que el mecenas de los intelectuales solo sea el poder político y sus detentores, no se ha impulsado la creación de empresas culturales y los grandes hombres de negocios, casi en su totalidad tienen en Querétaro una miopía  cultural y el trabajo intelectual por ahora no tiene en la entidad mas destinatarios que una pequeñísima clase ilustrada y una pingua opinión pública y el subsidio oficial, dado no como una obligación sino como una limosna, de tal suerte que se da una lucha por las pocas migajas que a la cultura y sus creadores dan los detentadores del poder. 

¿ Quién hará el recuento de los excesos y de las mentiras del poder? ¿ Quién hablará de las presiones que en su momento  nadie se atrevió a denunciar? 

– Los sociólogos y los historiadores con sus libros, los escritores con sus novelas, los cineastas con sus películas, los poetas con sus versos, los pintores con sus pinturas, los dramaturgos con sus obras teatrales. Ellos son los que deberían contar lo sucedido y reclamar lo reclamable 

Hay que recordar y darle la debida importancia a la crítica, ya que siempre existirá la relación entre el poder y el saber, presente siempre, en toda sociedad incluyendo la queretana.   En Querétaro existe  el mundo simultaneo, nos guste o no nos guste, hoy todos somos centrales y contemporáneos, se deben reivindicar las diversidades del pensamiento, pero siempre en forma crítica. 

Es necesario que los antropólogos, los sociólogos, los historiadores, los filósofos, los humanistas en general, los biólogos, los médicos, los matemáticos, los físicos, los escritores, todos denunciemos al mundo o a la sociedad o a los grupos  que han encontrado seres humanos sobrantes, dignos de exterminio, que han desterrado la utopía del mundo y de nuestra sociedad local y nos encaminan a una sociedad de sujeto, a una economía de sujeto y de objeto, no a una sociedad de grupo, de nosotros. 

Así como exaltamos la pluralidad y la alternancia, así debiéramos admitir múltiples proyectos de futuro y no un orden absoluto y definitivo como el que nos quieren imponer.  

Los intelectuales, los científicos, los artistas, los escritores,  con su crítica deben construir sueños en movimiento que alienten a la sociedad y le den esperanza de vida, en estos momentos cruciales para México y Querétaro.