Alejandro Aura – poeta
En el poema Volver a casa Alejandro Aura dejó su último deseo: regresar a México para que sus hijos depositaran sus cenizas en alguna calle o edificio de la ciudad de México; así lo harán, sólo falta que decidan en qué lugar levantarán el pequeño mausoleo para recordar al quien fuera promotor de la cultura y amante de la ciudad.
Al poeta, dramaturgo, compositor y funcionario —fallecido el 30 de julio en España— la comunidad teatral y las autoridades culturales de la ciudad y del país le rindieron un homenaje en el Teatro de la Ciudad, espacio que revitalizaron cuando era director del Instituto de Cultura de la Ciudad de México, en la administración de Cuauhtémoc Cárdenas.
Sus cenizas sobre una mesa al centro del escenario, apenas rodeadas por tres arreglos florales de alcatraces y su fotografía de cuerpo entero, generaron la emoción y hasta las lágrimas de Eugenia León y de su amigo Fernando del Castillo cuando le cantaron los temas que más le gustaban.
Luego de un minuto de aplausos, la comunidad evocó sus proyectos de gestión cultural independiente como el bar El hijo del cuervo o la creación de un sindicato de actores.
Su última esposa, Milagros Revenega, quien llegó el pasado domingo a México con las cenizas de poeta, dijo que en breve ella junto con los hijos de Aura: Pablo (hijo con Verónica Langer), así como María y Juan (hijos con Carmen Boullosa), decidirán el lugar para depositar sus restos, pero será en la ciudad de México y en breve.
Aunque su viuda dijo que aún no definen el lugar, Elena Cepeda, secretaria de Cultura, expresó que quedarán en la plaza de los coyotes, en Coyoacán.
Además, se publicarán algunos poemas de Aura en la próxima antología de Para leer de boleto en el Metro.
En el homenaje, Eduardo Vázquez Martín, gran amigo y cómplice de Aura, lo definió como un hijo del barrio de Santa María la Ribera, un rebelde en 1968, un joven poeta alumno de Juan José Arreola.