TEMPLO DE SAN AGUSTÍN
«Y TODAS ESTAS COSAS, PALACIOS Y MONASTERIOS, TEMPLOS E IMÁGENES, MONUMENTOS CIVILES Y RELIGIOSOS, LA CIUDAD ENTERA, PARA DECIRLO DE UNA VEZ, IMPLORAN Y HAN IMPLORADO HACE YA MUCHO TIEMPO, UN CRÍTICO DE ARTE, QUE LLAME LA ATENCIÓN SOBRE SUS BELLEZAS:
UN POETA QUE LE CANTE, Y UN PINTOR QUE SEPA FIJAR EN LA TELA, EL COBALTO DE SU CIELO, LA POLICROMÍA DE SUS FLORES Y LOS MIL ENCANTOS DE SU RECINTO PRIVILEGIADO Y SEÑORIAL, ANTES QUE LA MANO DESTRUCTORA DEL TIEMPO ACABE DE ARREBATARLE SUS PRESEAS PARA CONVERTIRLAS EN POLVO»