Diascriminación de niños indígenas en Querétaro

En paro niños indígenas por discriminación

Diario de Querétaro

22 de agosto de 2008

José Luis Rodríguez

Querétaro, Querétaro.

Más de un centenar de niños con sus padres permanecen en plantón desde el lunes en la comunidad indígena de Xajay, municipio de Amealco, en demanda de que la Unidad de Servicios para la Educación Pública del Estado de Querétaro USEBEQ autorice una clave escolar para que puedan recibir clases en su propia comunidad y no en la vecina de Tenasdá, donde se sienten discriminados.

Los padres de familia y el subdelegado en esa comunidad, Juan García García, advierten que si el problema no se resuelve esta semana acudirán a la ciudad de México a entrevistarse con las primeras autoridades.

«Ya tenemos un año solicitando la escuela, han venido funcionarios de USEBEQ pero nada más nos dan el avión; por eso estamos decididos a que los niños no se inscriban en ninguna escuela hasta que no se autorice la clave y que nosotros nos hagamos cargo de los salones y de todo lo demás, incluyendo la mano de obra. No pedimos nada del otro mundo», aseveró Salvador Cedillo, padre de familia.

Se trata de 113 niños en edad de primaria «que iban a la escuela de Tenasdá donde se les discrimina, son sobajados porque en Xajay somos 100 por ciento indios y allá se creen de otra clase, entonces humillan a nuestros hijos de tal manera que ya no quieren ir a la escuela».

Agrega que «anteriormente sólo pedíamos que empezar aquí el primer año, pero como no nos hicieron caso ahora la exigencia es que sean los seis grados».

Comenta que otra forma de discriminación se da en las juntas generales de la escuela, donde las mamás de Xajay no pueden opinar porque las de Tenasdá las callan, les dicen que acaten lo que ellas dicen «porque estás en nuestra escuela».

SOLO LA CLAVE

Los padres de familia explican que no piden la construcción de una escuela, sino sólo la clave escolar para que puedan recibir la educación primaria de la Comisión Nacional para el Fomento Educativo (CONAFE). Afirman que incluso ya disponen de un terreno para levantar el plantel a un costado del de preescolar que existe en la comunidad.

«La Presidencia municipal nos ofreció apoyos para la escuela y nosotros ponemos la mano de obra y las bancas; las clases podrían darse en el mismo preescolar o hasta en bodegas… lugares no faltan, sólo queremos la clave», dice Daniel Antonio Bartolo, otro padre de familia.

Marisa Angeles, madre de familia, argumenta que tiene que pagar cinco pesos para la «combi» y muchas veces no les alcanza, y si se van caminando los niños cubren el trayecto en una hora, y los hay que llevan como ocho kilos de peso en la mochila… Si van a la escuela de San Ildefonso es peor porque está más lejos y corren el peligro de las corrientes de agua o de ser atacados por los perros en el camino».

Pero, independientemente de lo lejos o cerca, aquí es una comunidad independiente, ya tenemos subdelegación, y a raíz de esto pedimos el servicio de la educación para beneficio de nuestros hijos.

TIERRA HUMEDA

Xajay, que en otomí significa «tierra húmeda», cuenta con 556 habitantes; desde 1991 se separó de Tenasdá para constituirse como una comunidad propia. Ambas forman parte de San Ildefonso, Tultepec, en el municipio de Amealco, una de las regiones con mayor número de indígenas en el estado.

Para llegar a esta comunidad hay que tomar la desviación a San Ildefonso, una vez que se ha llegado a la cabecera municipal. A 20 kilómetros se encuentra Xajay, cuya mayoría de habitantes se dedica a la costura y al bordado. Algunos más a la agricultura y los menos a la ganadería.

Como en la mayoría de los municipios del interior del estado, casi cada familia tiene algún familiar trabajando en los Estados Unidos, lo que representa un ingreso importante.

Sus habitantes defienden su terruño como lo más importante: «Ya somos independientes, por eso ya no estamos dispuestos a que nuestros pocos recursos se los demos a otra comunidad, queremos que nuestros logros se queden aquí para que el día de mañana tengan algo nuestros nietos y bisnietos, porque ahorita nuestra comunidad está perdida en la educación», dice Marisa Angeles.

«Nos preguntan por qué queremos empezar de cero con una escuela si allá (en Tenasdá) hay una de calidad, pero si no empezamos de cero ¿hasta cuándo vamos a tener nosotros una escuela de calidad? Somos bastantes habitantes, creo que el derecho lo tenemos», señala Belén Rojas Tovar.

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