Una tradición queretana: Las bicicletas

50 años de una propuesta

y una gran tradición  

 

 

  Las Bicicletas

    

                  en Querétaro

       

En un Querétaro apacible, de apenas cuarenta mil habitantes y desde la casa número 47 de la calzada Zaragoza, frente a “La Alameda” surge y comienza a ser realidad la idea de un empresario y de un hombre de gran simpatía y talento, que trajo para los habitantes de esta ciudad, sin importar la condición social, una alegría, convertida, al paso de 50 años, en una tradición, comentada y vivida por muchas generaciones: El paseo en bicicleta en la Alameda.

 

Las tradicionales bicicletas tipo inglés, clasificadas simplemente en de hombre o de mujer o por su tamaño en rodada 22, 24, 26 y 28, fueron la delicia de chicos y grandes, en los albores de la segunda mitad del siglo XX, en Querétaro.

 

La alameda se convirtió de pronto en el sitio del recreo, en el lugar apropiado para “andar en bicicleta”, la pista alrededor de este parque, en el espacio de las competencias, organizadas por este hombre dotado  con el don de gentes y talento innato, además estimulaba a los jóvenes con premios modestos y con la constancia de un buen servicio.

 

Este es el comienzo de la fama y del desarrollo de una empresa, ligada sentimentalmente, como pocas, a los queretanos de siempre, fundada un 25 de agosto de 1950, por Don José Félix Magaña, hijo de un comerciante en telas, judío portugués, radicado en el “Rancho de los Félix”, en Jerez, Zacatecas., a principios de siglo, llamado, Daniel Félix R.. Cumple en este año 2000, tan agradable tradición y servicio, 50 años de existencia ininterrumpida.

 

Avecindado, Don José Félix Magaña, en esta ciudad por el año de 1949, llega acompañado de su esposa, la profesora de educación primaria, Doña Ma. Natividad Zavala Rivera, en busca de una independencia familiar y el empuje de un matrimonio joven y emprendedor, que logra entrar al comercio de las bicicletas, donde ofrecerá, desde ese momento al país, una forma diferente y novedosa de prestar este servicio, que con los años será imitada, por muchos otros, a lo largo y ancho de la patria.

      

La inversión inicial, para la empresa propuesta por  este matrimonio, les fue útil para adquirir un equipo de bicicletas destinadas al alquiler, más la contratación de dos obreros, que al paso del tiempo llegaron a ser muy queridos por todos,  Trinidad N y Francisco Silva,  mecánicos de bicicletas. Para la venta, se importaron bicicletas de Inglaterra, las famosas Watson Phillips.

 

Mientras en la ciudad de Irapuato, las perfumerías “La Corona”, del hermano de Don José, el gran historiador y Cronista de esa ciudad, Don J. Jesús Félix Magaña, iban en ascenso.

 

Entre tanto en Querétaro, Don José, comenzaba e intentaba con éxito,  la fórmula o sistema novedoso consistente en  la renta de bicicletas, taller de servicio y venta de refacciones y  bicicletas, dando un apoyo imprescindible por aquel entonces, al transporte de los habitantes de la incipiente ciudad obrera, como comenzaba a serlo este Querétaro tradicional, donde desde los sacerdotes hasta los obreros y campesinos, recorrían las calles, rumbo a sus labores, pero ya en bicicleta.

 

Pronto adquirió una finca en la calle de 5 de Mayo número 205,  era una antigua casa colonial que actualmente alberga la oficina de correos de la zona del barrio de La Cruz, la cual reconstruyó totalmente, manteniendo su traza y estilo y donde hizo el hogar para los que serían sus diez hijos procreados.

 

Para el año de 1961, edifica en la calle y predio de Pasteur 95 Sur, frente a La Alameda, un local amplio,  especial y moderno, de acuerdo al nuevo Querétaro, para darle formalidad a la empresa emprendida once años atrás y desde entonces comienza a tener un nombre comercial, sugerido por su hijo mayor, el Licenciado en Derecho, por la U.A.Q., Daniel Félix Zavala y que sería el nombre de “Casa Félix”, al inicio solamente era conocida la negociación, como “La Agencia”.

 

Los sábados y los domingos eran los días de más  afanoso trabajo, la chiquillada por cientos llegaban a “alquilar” bicicletas, haciendo numerosa fila, los campesinos venían de las cercanías a la compra de las refacciones para sus bicicletas, que estaban sustituyendo, ya para entonces al caballo, y el obrero que recibía su salario, procuraba tener en buen mantenimiento  su transporte personal.

 

Un fenómeno parecido y multiplicado, sucedió en la ciudad de Oaxaca,  donde a partir de l966, fundara Don José, otra empresa igual, otra “Casa Félix”, en la Calle de Díaz Ordaz número 400, en el corazón del gran mercado “Benito Juárez”.

 

Allí sucedieron los días más alegres de su vida como comerciante, la sociedad lo recibió con gusto y pronto su plática amena e ingeniosa con los habitantes de la ciudad, lo volvió un hombre indispensable en las tardes de marimba y tibios atardeceres, en el zócalo de la ciudad y en sus tradicionales portales, lugar de reunión. Mientras la fórmula de “Bicicletas, refacciones y servicio”, aunada a la  amistad sincera con la clientela, fructificaba.

 

34 años son ya de estar sirviendo en la ciudad de Oaxaca, sin perder su liderazgo comercial, con la salvedad de que a partir del 21 de octubre de 1977, la hija de Don José, la Sra. Josefina Félix Zavala, casada  con un lugareño, toma las riendas de la empresa y la ha llevado a alcances muy notables, hasta la fecha,

     

Para 1970, en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. , se abre otra “Casa Félix”, esta vez al frente de ella, la hija mayor de Don José, la Sra. Elvia Félix Zavala, casada con un  jugador profesional de fútbol, en aquel entonces, de los “Gallos Blancos”, también ex del Necaxa.

 

En Tuxtla Gutiérrez, el fenómeno comercial, se vuelve a repetir y en pocos meses alcanza una gran popularidad y prosperidad en el estado, debido al estilo personal, ya sistematizado del novedoso método, creado por Don José Félix Magaña  en Querétaro. Consistente principalmente en la atención dinámica a la clientela, más la fórmula de servicios prestados simultáneamente, como es su lema: “Bicicletas, refacciones y servicio”.

 

Con el despertar de la ciudad de Querétaro y a partir de 1972, se entra en una evolución de la oferta y un crecimiento acelerado del mercado, por lo que se prueban diferentes lugares y formas para allegarse a los miles de nuevos habitantes de la ciudad, que irrumpen en el nuevo Querétaro. Para este fenómeno de modernismo, sale a la cabeza el hijo mayor de Don José, el Lic. Daniel Félix Zavala y posteriormente en 1992 y hasta la fecha encabeza el liderazgo comercial de las bicicletas en la entidad, el Licenciado en Economía por la U. A. de Guadalajara, Heber A. Félix Zavala, hijo menor de este matrimonio.

 

Con tres sucursales en Querétaro,  dotadas de los más extensos, novedosos y modernos surtidos en bicicletas, más refacciones y servicio, aunado al más moderno sistema de atención a clientes, más tres casas de bicicletas en la ciudad de Oaxaca, dos en la ciudad de Tuxlta Gutiérrez,  una más en la ciudad de Zamora, Michoacán y dos centros de alquiler, todos unidos celebran las bodas de oro de la fundación.

 

Conocidos comercialmente como “Bicicletas Heber”, “Casa Félix Oaxaca”, “Casa Félix Chiapas” y “Bicicletas Heber Zamora”, mas los centros de alquiler en La Alameda Hidalgo y la Unidad deportiva “Reforma Lomas”, conmemoran los cincuenta años del nacimiento de un concepto, de una tradición y de una empresa, fundados e iniciados, por Don José Félix Magaña.

     

Esta entrada fue publicada en Mundo.