Escrito por Gilberto Hernández García | |
Domingo 31 de Agosto 2008 | |
REPORTAJE
¿La Misa ha terminado? Un balance sobre el catolicismo en el México del siglo XXI Por Gilberto Hernández García A últimas fechas han aparecido ciertas publicaciones con notas referentes al estado que guarda la religión católica en México en cuanto a su número de practicantes. Algunos de esos reportes presentan, con abierto tono triunfalista, «el notable retroceso de la Iglesia católica» en el país. Los estudios estadísticos realizados por el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), debidamente contextualizados, nos ofrecen una valiosa oportunidad para la reflexión. Camino a la diversidad religiosa El estudio La diversidad religiosa en México, publicado en mayo de 2005 por el INEGI, muestra que para el año 2000 en el país había 84.4 millones de personas de 5 años y más edad, de los cuales, el 96.6% declaró tener alguna religión. Así las cosas, en México, 88 de cada 100 habitantes son católicos, 8 profesan una religión distinta a la católica y 4 afirman no tener religión alguna. El documento del INEGI señala que desde el censo de 1895, en que la población católica constituía el 99.1%, al censo del año 2000 pasó a representar el 88%. En promedio hasta 1970 el número de católicos se mantuvo por encima del 96%; sin embargo, a partir de 1980 ha venido experimentado un franco descenso, mientras que otras religiones e incluso el ateísmo van ganando terreno. Pero tenemos que dimensionar las cosas: según el estudio, en términos generales, la población católica ha multiplicado más de cinco veces su volumen a lo largo del siglo XX ya que en 1900 había 13.5 millones de personas que profesaban esta religión y en el año 2000 son casi 75 millones; empero habrá que tomar en cuenta que, hasta 1980, los censos de población captaban información de esta variable para toda la población; de 1990 a la fecha sólo se pregunta por la religión profesada por personas de 5 y más años de edad. Las estadísticas reflejan que hacia mediados del siglo XX, en los estados de la frontera norte y del sureste del país se ha notado una menor presencia de católicos; la diferencia entre los datos extremos es ya de casi 19 puntos. En los últimos 30 años se ha acentuado la divergencia en otros estados del norte y del sur; en el último censo 15 entidades registran una cifra menor a la media nacional y la brecha entre el porcentaje mayor y menor es de casi 33 unidades porcentuales. El centro del país, el más católico Sin embargo es de notar que casi la mitad de las entidades federativas se mantienen por arriba del 90% de población católica. Las zonas centro y centro occidente son las que presentan una mayor presencia de católicos. Por entidades, los estados que concentran a la población católica son: Guanajuato, con 96.4%; Aguascalientes 95.6%; Jalisco 95.4%; Querétaro 95.3%; Zacatecas 95.1%; Michoacán 94.8%; Tlaxcala 93.4; Colima 93%; San Luis Potosí 92%, entre otras. Por contraparte, esos porcentajes descienden marcadamente en otras regiones del país, como Chiapas, donde sólo 63.8%de la población profesa la religión católica; Quintana Roo, con 73.2%; Campeche, con 71.3 % y Tabasco, con 70.4%. A decir de Bernardo Barranco, sociólogo de la religión, hasta la década de los cuarenta del siglo pasado la tendencia en México se caracterizaba por la pérdida del lugar central de la religión como elemento estructurador de la vida social, una constante en el mundo occidental; sin embargo a partir de 1970 sobresale la reconfiguración del factor religioso, pero ahora marcado por el signo de una diversidad cada vez más notoria. Ante este panorama algunos especialistas del fenómeno religioso en México no creen que en el país vaya a llegar una época en donde la mitad de la población sea católica y la otra evangélica, pero tampoco que se vaya a remontar el número de los católicos. La vida católica en la práctica Los datos de las estadísticas oficiales hablan de una presencia todavía importante del catolicismo en México, al menos en lo que toca al volumen de fieles; sin embargo, ¿qué tanto lleva a la vida cotidiana el pueblo católico mexicano sus convicciones religiosas? Dicho de otra manera, ¿qué tan católico es México? El Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC) patrocinó la encuesta nacional Valores y actitudes de los católicos, realizada por la agencia Bimsa en mayo de 2006, para conocer el índice de religiosidad de los católicos mexicanos. De entrada el estudio reveló que 76 de cada 100 entrevistados declaró ser católico, 19 pertenecer a otra religión y 5 dijo no tener alguna en particular. El Índice de religiosidad aportado por el estudio en cuestión (que tiene un margen de error de ± 2.8 puntos porcentuales y un nivel de confianza del 95%) se conformó a partir de tres variables: la importancia de la religión en la vida de los encuestados, la frecuencia de asistencia a los servicios religiosos en el último mes y las veces que el entrevistado reza en una semana. De ahí se obtuvo el dato de que el 38% de los católicos entran en la categoría de alta religiosidad, el 42% en la de media religiosidad y 20% en el de baja. Importancia de la religión en la vida Al desglosar la información recabada tenemos que para 84 de cada 100 católicos encuestados la religión es muy importante en sus vidas, mientras que para el 15 % es «nada importante». En lo que toca a la asistencia a los servicios religiosos en el último mes, 39 de cada 100 católicos entrevistados declaró haber asistido a misa por lo menos una vez a la semana, mientras que el 25% señaló que asistió «sólo en ocasiones especiales», el 14% una vez por mes y el 19% nunca o casi nunca. Respecto a la asiduidad en la oración, el 40% señaló que reza más de 7 veces a la semana, 43% de 4 a 6 veces, y el 13% menos de 3 veces. En cuanto a la relación con Dios, 83% creen o sienten sin mayor dificultad que Dios existe. Para el 81% Dios es muy importante en su vida. En suma, el 84% de los católicos encuestados se consideran personas religiosas, independientemente de si van o no a la iglesia. Lo interesante es que el 94% asegura sentirse a gusto y reconfortado con la religión católica. ¿Somos Iglesia? En lo concerniente a la pertenencia a la Iglesia, 75 de cada centenar cree ser parte importante de la Iglesia, pero el 23% no se considera así. Referente a la participación en la vida de la Iglesia, 81 de cada 100 no saben qué es un movimiento apostólico, y por tanto no participan en alguno de ellos, mientras que el 17% sí saben de qué se trata aunque de ellos sólo una parte minúscula participa, es decir, sólo 2 de cada 100 aproximadamente. Del total de católicos entrevistados, el 35% conoce las actividades que se realizan en su parroquia, contra el 62% que las desconoce; 33 de cada 100 apoyan en misa, 21 no participa en ninguna actividad, 6 dan pláticas sobre Dios y 6 en la catequesis. Hay otros datos reveladores: 19 de cada 100 aseguran no saber cuál es la misión de la Iglesia católica en el mundo. Un poco más de la mitad de los católicos entrevistados asegura haber leído la Biblia o algún documento de la Iglesia en el último año por lo menos en alguna ocasión. Las madres, transmisoras de fe En lo que mira a la transmisión de la fe católica, 92 de cada 100 entrevistados asegura haber recibido la fe y su sentido de parte de la familia, mientras que sólo el 4% manifestó que de la parroquia. Abundando el dato, el 76 % piensa que ha recibido más influencia en su vida de fe a través de la madre que de cualquier otro agente. Cercanía y alejamiento 87% de los católicos considera que los ancianos son un grupo muy cercano a la Iglesia católica, 72% considera que son los adultos, 63% considera que los niños son cercanos a la Iglesia, pero sólo 40% considera lo mismo con respecto de los jóvenes; 31% de los jóvenes de 18 a 29 años piensan que el alejamiento de la Iglesia católica se debe a que consideran que la fe no es razonable; otro 31% considera que la moral que imparte la Iglesia es muy rígida para ellos, mientras que 26% afirma que no encuentran un espacio para ellos dentro de la Iglesia. El citado estudio del IMDOSOC ofrece un amplio panorama sobre la práctica religiosa en México. Es claro que no podemos hablar de catolicismo como un conjunto homogéneo de creencias, en el supuesto de que alguna vez hubiese existido, pues no hay duda de que muchos mexicanos practican la fe católica a su manera. La revista Signo de los tiempos, donde originalmente se dio a conocer el resultado de la encuesta nacional sobre valores y actitudes de los católicos, ya advertía: «No es tiempo de triunfalismos ni de optimismos ingenuos. México tiene necesidad de evangelización, de encuentro con Cristo». |