Rescate en Tepotzotlán de molinos del siglo XVlll

Trabaja INAH en el rescate de molinos del siglo XVIII en Tepotzotlán

24 de Agosto de 2008

Notimex

La intervención contempla tres etapas: liberación, consolidación, reintegración e integración de todo el terreno donde se localizaban los molinos, destacó el INAH.

Expertos del Instituto Nacional de Antropologia e Historia (INAH) restaurarán los molinos industriales construidos por jesuitas en el siglo XVIII, ubicados en Tepotzotlán, Estado de México.

La intervención contempla tres etapas: liberación, consolidación, reintegración e integración de todo el terreno donde se localizaban los molinos, destacó el INAH.

En un comunicado, recordó que el complejo está conformado por dos conjuntos (altos y bajos), una zona intermedia, conocida como la administración, habitaciones, patios, almacén de granos y un importante sistema hidráulico constituido por «aguas rodadas», que aportaban la energía y fuerza para realizar la molienda del trigo.

La orden jesuita procuraba que todas sus obras y colegios fueran autosustentables, por lo que «moler trigo fue la forma más práctica de asegurar la manutención de los colegios, debido a la gran cantidad de agua que había en Tepotzotlán», explicó la investigadora Mónica Martí.

Aún cuando había condiciones favorables, la instalación del molino estaba sujeta al permiso de la Corona española y El Vaticano, quienes desaprobaron su establecimiento dentro del colegio, pero nada dijeron sobre su construcción fuera del mismo.

Los jesuitas siguieron al pie de la letra las instrucciones, construyendo los molinos en un terreno anexo a la huerta y los registraron como «Molinos de Xuchimangas», nombre heredado de una hacienda cercana.

A la fecha, se ha concluido una de las tres etapas del proyecto de restauración, consistente en el rescate de la crujía, ubicada en el área de la administración, pues ésta, de acuerdo con el arquitecto Ricardo Sánchez Ramírez, presentaba un alto grado de deterioro, ocasionado por el paso del tiempo.

La crujía formó parte importante del sistema de molinos, pues en ella comenzaba y terminaba el proceso de molienda industrial que realizaban los religiosos en el siglo XVIII.

Ese lugar, de 200 metros cuadrados, en el que los encargados de la administración de los molinos recibían la semilla y entregaban los pedidos se convertirá en una sala de usos múltiples y exposiciones temporales, cuya restauración comenzó en septiembre de 2007 y concluyó en diciembre del mismo año.

Los trabajos incluyeron la consolidación y reconstrucción de muros, techos, pisos y puertas, con los mismos materiales y procesos de construcción que se usaron en el siglo XVII.

Los muros fueron levantados con adobes, como los de la edificación original, para luego ser aplanados con una mezcla de cal, arena y baba de nopal, ésta última para darle adherencia al aplanado y evitar su caída.

En la parte alta del terreno, donde entraba el agua de la presa La Concepción, ubicada a 10 kilómetros del Museo Nacional del Virreinato (MNV), que servía para el funcionamiento de las piedras de molienda, se encuentra el conjunto conocido como «el molino de arriba», que será restaurado en la segunda etapa del proyecto.

En esta zona, construida en el terreno natural, con pisos y muros de piedra, el INAH y el MNV instalarán un museo de sitio con tecnología multimedia para recrear el trabajo de los jesuitas y que el público pueda entender y apreciar la importancia de los molinos de Xuchimangas, como una industria avanzada para su tiempo.

La última etapa consistirá en el rescate del «molino de abajo», en su parte superior, donde permanecen los vestigios de una bodega y una serie de arcos, y se construirán cubículos para investigadores, además del área secretarial y una sala de juntas.

En lo que fue la bóveda del molino se instalará una sala de usos múltiples para conferencias y presentaciones de libros.

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