El amaranto,
Es uno de los cultivos mesoamericanos de mayor relevancia, fue parte importante de la dieta de los aztecas, quienes lo conocían como «Huautli».
Se sabe también que lo cultivaban los mayas y para los incas era una planta sagrada.
El amaranto, planta poco conocida, se cultiva y se utiliza desde hace 7000 años en México, constituía la principal fuente de proteína para los pueblos prehispánicos. Junto con el maíz y el frijol, el amaranto era parte fundamental de la dieta entre los pueblos.
A pesar de que casi desapareció de nuestras tierras debido a la prohibición que hicieron de esta planta los españoles hace poco más de 500 años, actualmente en algunas partes lo siguen cultivando y lo conocemos como «alegría».
El grano de amaranto contiene un balance casi perfecto de aminoácidos para formar la proteína humana, y tiene abundante lisina que es el aminoácido más escaso en los demás cereales.
Esto lo hace ideal para integrarse en la dieta tradicional mexicana y para revertir los procesos de desnutrición, que sufren las comunidades marginadas de Oaxaca, por el bajo consumo de alimentos (carne, leche, huevo y pescado) ricos en proteínas.
El amaranto, era un alimento de primera importancia en la dieta diaria de los Aztecas, se otorgaba como tributo al Tlatoani Azteca hasta la invasión, por parte de los Españoles en los 1500s.
En la época prehispánica era tanta la importancia que éste grano tenía en la alimentación que para los aztecas el amaranto era de los principales granos que exigían como tributo a los pueblos dominados.
Cada año recibían por este concepto, alrededor de 20 000 toneladas de grano provenientes de 17 provincias a Tenochtitlán, actual ciudad de México.
Por sus características tan peculiares, como la resistencia a la sequía, sus colores vivos e intensos tanto de las hojas como de las espigas, hizo que el amaranto tuviera un carácter sagrado y se hallara ligado con la leyenda y el ritual religioso.
Según diferentes fechas del calendario azteca, las mujeres aztecas molían la semilla y la mezclaban con miel de abeja, miel de maguey o sangre humana y le daban forma de serpientes, pájaros, montañas o dioses, que luego se comían durante las ceremonias en los grandes templos o en las reuniones familiares como símbolo de comunión con sus deidades, ésto representó también una competencia con la hostia y la religión católica.
Al parecer este uso del amaranto en los rituales paganos y en los sacrificios humanos repugnó a los conquistadores españoles, quienes prohibieron el cultivo y uso del amaranto hasta que éste cayo en desuso. Logro sobrevivir en América en pequeñas áreas de cultivo, en regiones montañosas dispersas de México y de los Andes.
El Maíz y el frijol se convirtieron en víveres básicos, mientras que el amaranto quedo en el olvido. La conquista española acaba con el uso del amaranto como producto básico del nuevo mundo, eliminando la posibilidad de que entrara en la alimentación mundial un producto de alto nutritivo.
San Miguel del Milagro, Nativitas, San José Atoyatenco y San Felipe Ixtacuixtla en el Estado de Tlaxcala.
- Huazulco, Amilcingo, Juantetelolco y Amayuca en el Estado de Morelos.
- Tulyehualco, Nativitas, Milpa Alta y Xochimilco en el Distrito Federal.
- Huaquechula, Santiago Tetla y Tulcingo del Valle en el Estado de Puebla.
El estado de Oaxaca no figura como región productora puesto que la producción de este cultivo se destina principalmente al autoconsumo, además las comunidades que lo cultivan son escasas.
La producción del amaranto se extendió de América Latina hacia diferentes partes del mundo, a partir de los1700s, se cultivaba amaranto en Europa misma que utilizaban como verdura y/o planta ornamental.
En los últimos años del siglo XVIII, estaban cultivando amaranto en los valles de la región montañosa de Nepal, y en algunas regiones de Asia.
El cultivo del Amaranto o Huautli en América se remonta a más de siete mil años. Algunos autores afirman que los Mayas serían los primeros en cultivarlo y que luego poco a poco lo fueron haciendo Aztecas e Incas.
El Amaranto, la quinoa y el maíz eran consideradas plantas sagradas. Los españoles prohibieron su cultivo ya que veían con malos ojos que las utilizaran en rituales.
De hecho, cualquier alimento del que no hablase
Hoy en día el cultivo de Quinoa y Amaranto está tomando un gran auge ya que se están redescubriendo sus grandes propiedades. Aparte de producirse en países tradicionales como México, Perú o Bolivia ya hay otros que se han puesto manos a la obra como China, Estados Unidos o