Produce biocombustibles la UNAM

Producen biocombustibles en la UNAM

 

Grupo Reforma

  •  Científicos de la UNAM han logrado producir combustibles biológicos, utilizando aceite vegetal, hecho a base de soya, algodón, girasol y maíz.

  • Experimenta Centro de Investigación en energía con materias primas idóneas

 

Ante el agotamiento del petróleo en México y en el mundo, investigadores del Centro de Investigación en Energía IE de la UNAM, campus Morelos, proyectan optimizar el proceso de producción de biocombustibles amigables con el medio ambiente.

 

Así, el equipo de científicos, dirigido por Sebastian Pathiyamattom Joseph, ha logrado producir biodiesel utilizando como materia prima aceite vegetal, hecho a base de soya, algodón, girasol y maíz.

 

También podría obtenerse de las grasas de cocina que desechan restaurantes, o de plantas como el piñón de tempate –Jatropha curcas, no comestible, no requiere de gran cantidad de agua y abunda al sur de México–, la higuerilla, y la palma africana.

 

De igual manera, se produce bioetanol a partir del bagazo (subproducto o desecho del azúcar), y biogás (metano e hidrógeno) con los desechos de la fabricación del primero.

«La idea es usar productos que no estén destinados al consumo humano», señaló Pathiyamattom en un comunicado de la UNAM.

 

Materias primas

 

Para optimizar la elaboración de biocombustibles, se estudian las materias primas idóneas.

 

«Deben ser productos o subproductos orgánicos no comestibles, que pueden obtenerse en la misma región donde se va a fabricar el biodiesel, bioetanol, metano e hidrógeno; además, los desechos deben ser reciclables», puntualizó el investigador.

 

A la par, se estudian los procesos sustentables. A nivel bioquímico se analizan las enzimas necesarias, los catalizadores efectivos, y se ve la manera de optimizar el proceso de lavado, como parte de la síntesis de los combustibles biológicos.

 

«Los biocombustibles son caracterizados físico-químicamente, para determinar si cumplen con los estándares internacionales; se ha observado que su rendimiento es semejante al de los combustibles convencionales, y su ignición es más limpia», sostuvo.

Esas pruebas se han realizado sólo en laboratorio; la siguiente fase, que comenzaría en un año, consiste en elaborar entre 400 y 500 litros a nivel de planta piloto y, después, con el apoyo de alguna empresa, producirlo a gran escala para su comercialización.

 

El proceso para la obtención de biogás a partir de los desechos del bioetanol es más sencillo; se desarrolló un biodigestor que aprovecha la parte energéticamente útil de los residuos. «Ahora se optimiza el proceso para escalar el sistema y producir metano e hidrógeno», acotó.

 

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