Festival de teatro de calle

En Zacatecas, el Festival de Teatro de Calle

Arturo Cruz Bárcenas

Carrillón celeste, el primer espectáculo

Músicos y trapecistas de la compañía francesa Transe Express atraparon al público

Zacatecas, Zac., 20 de octubre. Reunidos en la plaza de armas de esta ciudad, miles de zacatecanos y visitantes de diversas ciudades quizá revivieron la experiencia de los móviles colgados en sus cunas, al ver, a 40 metros de altura, uno de esos juguetes de tamaño momumental en la obra Carrillón celeste, que la compañía francesa Transe Express presentó el sábado y domingo pasados en la inauguración del séptimo Festival Internacional de Teatro de Calle.

Primero, a eso de las ocho y media de la noche, menos de una decena de actores del país europeo salieron del palacio de gobierno, donde un gran salón tuvo funciones de camerino. Sus trajes eran vistosos, dorados, y su maquillaje estaba a tono. Llevaban antorchas e invitaron a la gente a correr con ellas, iluminando el camino. Algunos lo hicieron con timidez. Hubo quien tiró las antorchas y las apagó, inclusive.

Los niños aplaudieron y mostraron asombro, pero no miedo. Los artistas se dirigieron hacia donde estaba una especie de flor metálica en botón que colgaba del brazo de una grúa. Uno subió por una escalera hasta la parte baja de una gran campana ubicada en el centro, en la cima. La hizo sonar y dio la impresión de que quedó sordo de por vida.

Gigantesca flor de metal

Los demás artistas se acercaron y comenzaron a trepar, a escalar. La flor de metal se abrió y empezó a elevarse, hasta que cada uno quedó colgado y pendiendo de un pétalo. Se escucharon tintineos de campanitas y sonidos de diversas percusiones.

Se escuchó la música de una orquesta. En pleno aire tocaban dos bateristas y los campaneros. El brazo de la grúa elevó la flor, provocando el caluroso aplauso del público. Impactó la idea de Transe Express, compañía que tiene en su repertorio seis espectáculos de gran formato, todos basados en los móviles que se colocan en las cunas de los bebés.

Las campanas son un elemento basado en las cajitas de música. Tres trapecistas bailaron en el aire, a 40 metros de altura. Todo con un juego de luces, que por momentos encandilaron.

La francesa Silvia Marrón dijo que trabaja en la agrupación desde hace seis años. “El número de actores varía, porque son varios los espectáculos, y cada uno es diferente. Soy trapecista y me protejo con un arnés, porque trabajo a 40 metros de altura.

“Actuar en esta pieza exige un esfuerzo de concentración, así como preparación física y mental. La estructura es como un móvil, el juguete para los niños que se pone encima de la cama, pero con humanos.”

En la plaza de armas

Estar en la plaza de armas de Zacatecas fue para ella emocionante: “Es muy bonita y es adecuada para este tipo de teatro. Allá arriba se oía la resonancia. La catedral es muy bonita. En este acto participamos ocho músicos y tres trapecistas, más el de la campana.

“Buscamos hacer algo bastante visual que llegue a mucha gente. Las campanas hipnotizan, pero me es difícil decir todo lo que significan. Tardamos más de un año en preparar el espectáculo, que hemos presentado en Sydney, Australia; Canadá, e Indonesia, entre otros. Viajar vale la pena.

“A mí también me gusta el teatro tradicional, con animales, no sólo el contemporáneo, con acrobacia, trapecismo, música, etcétera, lo conceptual. Como artista me gusta transmitir sentimientos. Cuando empecé no hacía actos de gran formato.

“Estoy en la compañía Transe Express desde hace seis años. La compañía tiene 20 años de historia y hacemos arte celeste”, finalizó.

El Festival de teatro de calle finalizará el próximo sábado.

 

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