Samuel Ruiz García, último Obispo de Las Chiapas
y primer Obispo de San Cristóbal de Las Casas,
cumple este 3 de noviembre, 84 años
de edad, en plenitud de trabajo,
como obispo dentro de
y como mexicano ejemplar
La siembra de cuarenta años de titular de
Aquí no había lugar para protagonismos, si queremos sintetizar diremos que hay una iglesia enfilada para que surja como autóctona, que se encarne en la cultura indígena. Esto pasa en todo el continente y no es privativo de nosotros.
Durante la conquista se hizo una lamentable identificación entre cultura y contenido del evangelio, de manera que al indígena convertido no se le permitía profesar su fe sino a través del modelo de la cultura occidental; Más que ser cristianizados, los indígenas del continente fueron occidentalizados.
Actualmente se reconstruye todo esto. Y el pueblo indígena se levanta como sujeto de su historia y no como objeto de las decisiones de otros. Los convertidos al cristianismo están tratando de vivir la fe dentro de sus moldes culturales.”
“Dada la configuración de la población, la formación que les proporcionamos a los futuros sacerdotes trata de muchas maneras de que los candidatos lleguen a alcanzar el conocimiento ordinario sobre pueblos, culturas y religiones, no solo referido al pasado, sino también a la época actual. Aprecien debidamente el patrimonio, las lenguas y las costumbres. Hemos querido que la formación espiritual esté estrechamente unida a la doctrina y pastoral, por ello parte de la formación se integra en las mismas parroquias, ya que consideramos muy necesario que esta formación general debe completarse en la región a la que son enviados. Los seminaristas están presentes y tienen responsabilidades en la vida de toda
“Una extensa crónica, publicada en el boletín de
Pero mucho antes de llegar a esa catedral al joven Samuel Ruiz García se le festejó en un largo recorrido que hizo por tierra desde el caluroso Istmo de Tehuantepec hasta Los Altos de Chiapas en San Cristóbal.
Arcos triunfales cargados de flores, vallas humanas, letreros e bienvenida, grupos que se unían al cortejo, lluvias de pétalos, muchachas ataviadas con trajes regionales, casas adornadas con los colores del Vaticano, marimba y él escoltado por “guardias suizos” enmarcando con sus alabardas, las banderas tanto la pontificia como la mexicana.
En un segundo plano se mencionaba a los “inditos” que daban “colorido” al acto. Todo cambió al poco tiempo.
La siembra de cuarenta años de titular de
Aquí no había lugar para protagonismos, si queremos sintetizar diremos que hay una iglesia enfilada para que surja como autóctona, que se encarne en la cultura indígena. Esto pasa en todo el continente y no es privativo de nosotros.
Durante la conquista se hizo una lamentable identificación entre cultura y contenido del evangelio, de manera que al indígena convertido no se le permitía profesar su fe sino a través del modelo de la cultura occidental; Más que ser cristianizados, los indígenas del continente fueron occidentalizados.
Actualmente se reconstruye todo esto. Y el pueblo indígena se levanta como sujeto de su historia y no como objeto de las decisiones de otros. Los convertidos al cristianismo están tratando de vivir la fe dentro de sus moldes culturales.”
“Una extensa crónica, publicada en el boletín de
Pero mucho antes de llegar a esa catedral al joven Samuel Ruiz García se le festejó en un largo recorrido que hizo por tierra desde el caluroso Istmo de Tehuantepec hasta Los Altos de Chiapas en San Cristóbal.
Arcos triunfales cargados de flores, vallas humanas, letreros e bienvenida, grupos que se unían al cortejo, lluvias de pétalos, muchachas ataviadas con trajes regionales, casas adornadas con los colores del Vaticano, marimba y él escoltado por “guardias suizos” enmarcando con sus alabardas, las banderas tanto la pontificia como la mexicana.
En un segundo plano se mencionaba a los “inditos” que daban “colorido” al acto. Todo cambió al poco tiempo.