Pugnan por la recuperación
del valor patrimonial y fónico
del órgano barroco
Arturo García Hernández
Continúan las actividades del decimosexto festival internacional de ese instrumento
El primer concurso Manuel Sumaya fue declarado desierto, informa Gustavo Delgado
Interpretarán oratorio del compositor dedicado in memoriam a María Trinidad Parra Cabrera
El Festival Internacional de Órgano Barroco llega a su decimosexta versión consolidado como plataforma de rescate de ese instrumento en tanto que patrimonio cultural pero, al mismo tiempo, como promotor de una nueva cultura organística en México.
Este año, la novedad en ese sentido es la realización del concurso Manuel de Sumaya de composición para órganos históricos mexicanos que, sin embargo, fue declarado desierto.
Gustavo Delgado Parra, codirector fundador del festival –junto con Ofelia Gómez Castellanos– explica que uno de los requisitos consistía en que las obras fueran idiomáticas para los órganos históricos mexicanos, es decir, “que tomaran en cuenta las características técnicas de los instrumentos, la manera en que están construidos, de modo que permitan explorar todas sus posibilidades fónicas”.
Las composiciones presentadas en este primer concurso “son buenas, inclusive muy buenas, pero en ocasiones domina el estilo pianístico en la escritura musical, si bien algunas de estas obras pueden funcionar en algunos tipos de órganos, es un estilo pianístico el que domina, por eso fue declarado desierto el primer premio”.
Más que piezas de museo
El Festival Internacional de Órgano Barroco –precisa Delgado– no está dedicado a un instrumento, sino a un patrimonio “que reclama atención en todos sus aspectos”, que incluye no sólo la restauración y valoración histórica del órgano, sino la producción de obras pensadas ex profeso, “que funjan dentro de las nuevas estéticas del mundo del arte”.
–¿Puede haber un repertorio nuevo para el órgano barroco en un contexto social y cultural diferente a aquel en que nació el instrumento y las primeras obras?
–Ése es el reto; nuestra intención es que estos instrumentos dejen de ser vistos sólo como piezas de museo, como piezas de un pasado lejano.
“Evidentemente ésa es la pretensión del concurso, promover que estos instrumentos funjan como un laboratorio de sonidos, su riqueza fónica es verdaderamente extraordinaria y bien pueden ser explotados de acuerdo con las estéticas actuales.
“Hemos visto cómo en diferentes latitudes se han compuesto obras formidables que han sido aportaciones totales en el ámbito de la música contemporánea. Un ejemplo clásico es el de Olivier Messiaen, quien ha compuesto para el órgano francés del siglo XIX de una manera verdaderamente magistral.”
En el caso de los órganos mexicanos, “son instrumentos con características y un idioma propio, y eso es en lo que se debe pensar a la hora de componer para que las aportaciones formen parte de una recuperación cultural”.
Laboratorio de sonidos
–¿Los autores de obras para órgano barroco deben tener una inclinación religiosa, es necesario para escribir para el instrumento?
–Sí y no. Hay autores que consideran este tipo de instrumentos como una manifestación cultural indudablemente conectada a un espíritu religioso, pero que en nuestro tiempo para otros significa una explotación de recursos sonoros gestados en épocas pasadas y que pueden servir como un laboratorio de sonidos, de investigación, para impulsar nuevas técnicas compositivas.
“Entonces, en un sentido la cuestión religiosa puede estar involucrada y en otro no. Vuelvo al caso de Messiaen, quien proclamaba un espíritu religioso que plasmó en la mayoría de sus obras para órgano. Pero nos encontramos también a autores que han hecho aportaciones importantes sin hacer alusión directa al tema religioso. Existen ambas vertientes: contemplar al órgano sólo como un instrumento musical con características propias o seguirlo vinculando a expresiones religiosas.”
La versión 16 del Festival Internacional de Órgano Barroco arrancó el 31 de octubre y continuará hasta el 18 de noviembre, en varias iglesias de diversas ciudades poseedoras de órganos barrocos, incluida
La obra será interpretada por el Coro Universitario de