La U A Q y la plástica queretana

Centro de Arte Bernardo Quintana: La semilla del Museo Universitario

Centro de Arte Bernardo Quintana.

Foto Diario de Querétaro.

Diario de Querétaro

Margarita Ladrón

El 24 de febrero iniciaron las labores docentes de la Universidad de Querétaro con la preparatoria, la escuela de ingeniería y la escuela de derecho. Pasaron ocho años y los estudiantes se organizaron para pedir la autonomía, que el gobernador de entonces Juan C. Gorráez tuvo que otorgar en 1959 bajo el rectorado de Fernando Díaz Ramírez.

En esos años las artes plásticas en México experimentaban lo que se conocería como la Ruptura: una corriente no estructurada como movimiento en sí pero que marcaría a todas las generaciones venideras. Manuel Felguérez, Lilia Carrillo, Vicente Rojo, José Luis Cuevas, Fernando García Ponce y Rufino Tamayo, entre otros, rompieron con la tradición muralista y nacionalista que definía al arte plástico mexicano y la Escuela Mexicana de Pintura encabezada por David Alfaro Sequeiros, Diego Rivera y José Clemente Orozco. Los conceptos se universalizaron, con lo que se diversificó la temática artística.

En Querétaro, por otro lado, existía la academia de Bellas Artes creada por don Germán Patiño, quien luego de fundar el Museo Regional en 1936, decidió dar clases de pintura junto con otro grupo de queretanos. La Academia no pertenecía a la Universidad, pero sí sentó las bases para la formalización de la enseñanza del arte en la ciudad.

Ese era el contexto que vivía la Universidad cuando nació. Es por ello que a partir de mañana, el centro de Arte Bernardo Quintana abrirá sus puertas con la exposición temporal «Presencias de la ruptura» con la que enmarca el nacimiento de la Universidad con lo que sucedía respecto de las artes plásticas en México.

El centro de arte Bernardo Quintana es una iniciativa del rector Raúl Iturralde y de la dirección de Difusión Cultural de la UAQ. En esta casa, donada por el ingeniero Bernardo Quintana Arrioja, se exhibirá de manera permanente el trabajo de artistas queretanos con el fin de crear un acervo de lo más representativo del arte plástico queretano.

Además de albergar a la galería Universitaria de Are Contemporáneo, tiene aulas para ofrecer talleres a muy bajo costo pero de alta calidad.

HACIA UN MUSEO UNIVERSITARIO

Roberto González, director de Difusión Cultural de la UAQ y ex director de la Facultad de Bellas Artes, explica en entrevista que el objetivo principal de la apertura del Centro de Arte Bernardo Quintana, además de exhibir temporalmente el trabajo de jóvenes egresados de Bellas Artes y el tener obra queretana permanentemente expuesta, es que éste sea la semilla del museo universitario:

«con este espacio y estas condiciones podemos recibir una exposición de museo, ya que tiene las normas de iluminación y seguridad; y aunque no es un museo, ya lo estamos pensando como tal para que a futuro lo sea». Sin embargo, González agrega que la sede no sería esta casona del Centro Histórico sino un edificio construido expresamente para tal fin dentro de alguno de los futuros campus de la UAQ.

Otra de las exposiciones que tendrá el Centro de Arte Bernardo Quintana será la colección fotográfica de hechos históricos de la universidad, así como objetos y documentos -por ejemplo, trozos de corbatas- de los diferentes momentos de la historia del alma máter, entre ellos la toma del patio Barroco, el movimiento de autonomía, etc. que son parte del patrimonio universitario.

CONSERVAR OBJETOS Y ESTUDIARLOS

La historia reciente del arte de Querétaro se puede dividir, a partir de 1951, en varias etapas. Cuando la Universidad se fundó existía la escuela de Germán Patiño que continuó el acuarelista Agustín Rivera, y a través de él varios paisajistas retrataron el Querétaro costumbrista. Jesús Águila Herrera es uno de los más representativos acuarelistas nacido de esa escuela. En los años 60, bajo el rectorado de Hugo Gutiérrez Vega y ya siendo autónoma, la Universidad tuvo un auge importante en cuanto a las artes y particularmente el teatro. Se creó el Instituto de Bellas Artes y Jesús Rodríguez de la Vega fue parte importante de la producción plástica local. En los años 70, la presencia de los pintores Julio Castillo y Gerardo Esquivel marcó un parteaguas en la manera de hacer y ver el arte plástico. A partir de ellos y en los años 80 con colectivos como Los Estropajos, Raúl Ávila, Alfredo Juárez y Gustavo Pérez evolucionó la forma de hacer arte; además, se fundaron el Museo de Arte y la Galería Libertad. En los años 90 la influencia de Jordi Boldó y Santiago Carbonell así como la llegada de muchos otros pintores y la creación de la Facultad de Bellas Artes en la UAQ redefinieron las artes plásticas. Nació el Museo de la Ciudad en 1997y desde entonces hasta ahora, en los dosmiles, se convive artísticamente con jóvenes mucho más críticos y universales.

Así lo define Roberto González, al tiempo que explica que la colección tendrá varias exposiciones divididas en las etapas por las que ha pasado la producción artística queretana. Además, habrá un departamento de restauración y de investigación, pues a los objetos no sólo hay que guardarlos sino estudiarlos. «La idea es que se pueda trabajar de manera paralela con los maestros y alumnos de la maestría en arte, realizar estudios regionales de arte, etc.»

Y todo esto para cumplir con el otro principal objetivo del nuevo Centro de Arte Bernardo Quintana: recopilar, organizar y estudiar las artes plásticas locales con el fin de publicar un catálogo razonado de la historia del arte en Querétaro.

Hasta el momento, pocos artistas plásticos queretanos han publicado catálogos de su obra. Pintores como Fernando Garrido y Santiago Carbonell tienen libros prologados que incluyen gran parte de su trabajo; la empresa Desarrollos Residenciales Turísticos editó un libro con una muestra importante y representativa de las artes plásticas recientes; el Museo Regional con motivo de su 70 aniversario publicó un libro donde se menciona a los pintores contemporáneos que participan en las salas de Sitio y Virreinal -Jordi Boldó, Rubén Maya, Víctor Cauduro, Gerardo Esquivel, etc.- y próximamente el Museo de Arte publicará el catálogo se su colección virreinal. Estos son ejemplos de publicaciones que hacen referencia al arte local, pero Roberto González enfatiza «No hay un catálogo razonado» y eso es lo que harán en el Centro de Arte Bernardo Quintana.

Algunos de los investigadores que estarán son los doctores Julio César Schara y Fabián Jiménez Gato, ambos en el estudio del arte contemporáneo, y los alumnos de la maestría en arte contemporáneo. Esto pudiera hacer un nicho que promueva la investigación que se combine con otros facultades y se haga multidisciplinaria.

Toda la documentación se hará a partir del acervo de la universidad que se ha formado por los premios Alejandrina y donaciones de artistas «En este momento tenemos obras de artistas como Gustavo Villegas, Luis Selem, Edgar Vázquez, Juan Muñoz, Jordi Boldó, Hartwig Lugo, Santiago Carbonell, entre otros» agrega González.

«La idea curatorial de la exposición tiene que ver con el inicio de la Universidad, es decir, desde 1951» y abunda «La obra que tenemos es de hace doce años a nuestros días; pero los estudios que realicemos abarcarán más tiempo».

III Festival Otoño en la Cultura

Mañana empieza el III Festival Universitario Otoño en la Cultura, organizado también por la dirección de Difusión Cultural. En su primera edición hubo 12 mil asistentes, en la segunda 18 mil y en esta tercera se espera que aumente la afluencia debido que eventos como la feria del libro o la presencia de los españoles Ana Belén y Víctor Manuel son muy atractivos.

¿Por qué concentrar las actividades a manera de festival y no hacer de manera permanente actividades de este tipo durante el año?

«Tenemos actividades durante todo el año con la FBA y ahora con la Facultad de Administración y Contabilidad; pero nos concentramos en el Festival porque podemos buscar y generar recursos en particular en otoño, que es época de giras, temporadas y Festival Cervantino, entonces hay posibilidad de que haya artistas en México y sale más barato».

¿Por qué se destaca este III Festival?

«Creo que este III Festival se apunta a reiterar esta declaración que hacemos de convertir a Querétaro en una ciudad de las artes»

¿El Festival está planeado para institucionalizarse, es decir, que no termine cuando haya cambio de rector?

«En general se planteó como un festival institucional, y las políticas culturales que plantea la universidad en este caso fueron con el rector Raúl Iturralde. La idea es que un festival que tenga seis años de permanencia tiene ya casi vida propia, además de que este es un festival que ha tenido continuidad también gracias a que participa con nosotros de manera muy cercana el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes y el Instituto Municipal de Cultura».

¿Qué ha ganado la Universidad con este Festival?

«El vínculo con la ciudadanía. Cuando estamos en la calle o en las plazas, particularmente en la Plaza Constitución, Jardín Guerrero, etc. hemos tenido acercamientos con niños, adultos mayores, jóvenes artistas, etc. y el intercambio enriquece, por lo tanto debe ser permanente».

El Festival tiene una inversión de alrededor de un millón de pesos divididos en los apoyos que recibe del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes y el Instituto Municipal de Cultura, «que afortunadamente han sido muy sensibles», apunta Roberto González.

La exposición  incluye obra de Manuel Felguérez, José Luis Cuevas, Arnaldo Coen, Alberto Gironella, Roger Von Gunten, Vlady y Vicente Rojo, entre otros, y es dentro del programa Pago en Especie de la SHCP.