CAPILLA DEL APOCALIPSIS
Su vestíbulo
Así como en el santuario están los dolores de Cristo y María santísima, así en esta capilla se expresa su triunfo definitivo por medio de los símbolos que San Juan vio en el libro del Apocalipsis.
El vestíbulo de acceso es como una puerta de entrada a la comprensión las revelaciones que recibió el apóstol y evangelista de San Juan, el autor del Apocalipsis. Vemos su escultura en la Isla de Patmos con letreros que nos transmiten sus visiones.
Los árboles son símbolo de los doce árboles de la vida que están en la ciudad santa la nueva En la parte inferior de este muro admiramos pavos reales que conviven en paz con leones, símbolo de la armonía del mundo nuevo que será creado.
En la parte junto al piso están los nombres de los doce apóstoles del Cordero que cuya fe en Cristo Resucitado es el cimiento de la nueva Jerusalén.
Sobre la puerta del norte vemos al Cordero degollado (muerte en la cruz) y vivo (resucitado) que está sobre el libro de los siete sellos que representan los designios de Dios. Él es el único que tiene el poder de abrirlo.
Sobre la puerta del sur vemos la primera visión de San Juan: Vi uno como Hijo de hombre, vestido con una túnica talar y un cinturón de oro a la altura del pecho que camina en medio de siete candelabros símbolo de las siete Iglesias del oriente, rodeadas de siete estrellas que son los ángeles que las protegen.
La puerta de entrada tiene la invocación en griego: Santo Dios (Agios Théos), santo fuerte (agios Isquiros), santo inmortal (agios Athánatos).
Interior de la capilla del Apocalipsis
Construida para la oración personal de los visitantes del centro de espiritualidad de la Virgen de Soriano está dedicada al triunfo de Cristo, de la Virgen María, y de la Iglesia según lo narra el libro del Apocalipsis del Apóstol San Juan.
1. El Pantocrátor
Frente a los ojos del peregrino aparece la imagen del Pantocrátor. El Pantocrátor es la imagen de Cristo Rey, Juez y Señor del universo. El fondo, de color azul intenso representa el cosmos sobre el cual domina Jesucristo. Él está sentado sobre el trono de emperador y con su mano derecha bendice y al mismo tiempo enseña con poder. En su mano izquierda sostiene su enseñanza: su evangelio. Está escrita, en griego, la frase: yo soy el camino, la verdad y la vida. A sus pies está el mundo y sobre él descansan sus divinas plantas.
Lo rodean cuatro vivientes con alas, así los vio el profeta Ezequiel en el capítulo 1 versículo 10 y los volvió a ver San Juan en el Apocalipsis. Estos vivientes representan las fuerzas del cosmos sometidas a Dios: el león, símbolo de lo más noble; el hombre, símbolo de lo más inteligente; el toro, símbolo de lo más fuerte; el águila símbolo de lo más ágil. Todas estas fuerzas están sometidas a Cristo, Pantocrátor.
Hasta el siglo VI a cada uno de estos vivientes se les asoció con uno de los evangelistas. El león: San Marcos, el hombre: San Mateo, el toro: San Lucas, el águila: San Juan.
Sobre el plafón está escrito en legua hebrea el tetragrama de YHVH: Yahveh. Nombre de Dios padre en el Antiguo Testamento. Indicando que la obra de Cristo es realizar la voluntad del Padre eterno. Así es que al entrar nos encontramos con la Santísima Trinidad: el Padre: Yahvé, el Hijo el Pantocrátor, el Espíritu Santo: la almendra dorada.
2. La Virgen del Apocalipsis
En el muro de la mano derecha está la gran señal descrita en el capítulo 12 del Apocalipsis, es una mujer revestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza. Está también su Hijo varón que ha de gobernar a todas las naciones con vara de hierro y que es arrebatado hasta el trono de Dios.
A la mujer, que es símbolo de la Virgen María y de la santa Iglesia se le dan las alas del águila grande para vencer a la Serpiente que es el diablo. La serpiente de siete cabezas la ataca pero no la puede ni tocar pues María santísima ha vencido a la Serpiente infernal, además San Miguel Arcángel dirige sus ejércitos que son los de Dios.
Un detalle importante que nos narra el Apocalipsis es que a la serpiente se le permite tirar con su cola a las estrellas del cielo; símbolo de las personas cercanas y consagradas a Dios. Estamos justamente en esta época donde el dragón infernal se muestra prepotente y trata de seducirnos y hacernos pensar que hemos perdido la batalla. Pero unidos a María, lograremos vencer en las batallas de Dios, como ella ha vencido.
3. La última batalla y la victoria definitiva
En el Santuario hemos visto los dolores de Cristo aquí contemplamos su victoria: el letrero dice “ vi el cielo abierto y apareció un caballo blanco. El que lo monta se llama Fiel y Veraz… (leer el texto escrito sobre el muro.
Símbolo de la batalla y de la victoria del fin del mundo de Jesucristo sobre los poderes del infierno. Nuestra mirada está fija en nuestro Señor, Rey de Reyes y Señor de Señores y su victoria es la nuestra.
4. Las Promesas de victoria
Cuatro palmeras colmadas de dátiles decoran los muros y bajo ellas está el premio que Cristo ofrece de los vencedores que pertenecemos a su Iglesia militante. Precisamente se llama militante porque pelea las batallas de Dios y de María contra el antiguo adversario: el demonio.
5. La cruz gloriosa
Siguiendo la tradición indígena hemos representado el triunfo de la cruz, mostrándola llena de luz. Para esto hemos utilizado oro y espejos. Hacia ella se dirigen unas ovejas, llamadas brebis, símbolo de los cristianos que beben de la fuente de Cristo. Brebis es el nombre que se da a las ovejas de Palestina que tienen una bola de cebo en la cola.
6. Los serafines de fuego
En las ventanas vemos ángeles de seis alas que se llaman serafines… Son la más alta jerarquía de los ángeles por eso tienen seis alas. Son de fuego pues arden en el amor de Dios, nunca salen de la presencia de Dios donde lo alaban día y noche. Un día estaremos con ellos en la gloria de Dios.