Lanzan en México librería digital más grande en lengua hispana 

«Son cerca de 10 mil títulos de más de 200 editoriales y el proceso de descarga es realmente sencillo», indicó Alberto Achar, de la editorial mexicana Gandhi. 

AFP   

La librería de e-books o libros electrónicos más grande en español con más de 10 mil títulos, en su mayoría de texto y técnicos, fue lanzada este martes por una cadena mexicana de librerías y una firma española digitalizadora de libros. 

«Son cerca de 10 mil títulos de más de 200 editoriales y el proceso de descarga es realmente sencillo (…). La mayor parte son libros de texto o técnicos», dijo en rueda de prensa Alberto Achar, de la firma mexicana Gandhi. 

El comercio de e-books será a través de la página de Internet de la librería en la que aparece el título del libro, un programa para descargar el libro, con la especificación de que sí hay derechos de copia e impresión, explicó Achar. 

«El negocio de libros electrónicos crece anualmente 64 por ciento. En Estados Unidos en 2007 alcanzó los cuatro mil 800 millones de dólares y en Europa dos mil 760 y para 2010 se espera que alcance los 10 mil millones de dólares», añadió Achar. 

Pedro Huerta, director general en México de Random-House Mondadori, que contará con unos 150 títulos en este nuevo sistema de venta, explicó que las editoriales no pueden permanecer ajenas a estas nuevas tecnologías. 

«La mala noticia es que ya se nos pasó el tiempo para discutir estas nuevas tecnologías, la buena es que el modelo de negocios lo vamos a construir nosotros», comentó. 

Sobre el futuro del libro en papel ante los e-books, Huerta consideró que «coexistirán» y que los niveles de ventas serán en relación al contenido y al lector que están destinados, en particular porque los denominados «nativos digitales», los nacidos a partir de 1990, demandarán libros electrónicos. 

«Para 2018 estimamos que una editorial de temas generales tendrá ventas 90 por ciento en papel y 10 por ciento en digital y en una de textos técnicos y educativos sus cifras serán 10 por ciento papel y 90 por ciento digital», dijo. 

Achar consideró de su lado que un libro en papel implica «demasiadas connotaciones emocionales y afectivas» como para que el lector renuncie a él.