La Catedral de La Paz
Lleva a este nombre por la
actuación de Samuel Ruiz García,
último obispo de Las Chiapas
y primero de la diócesis de San
Cristobal de Las Casas
En 1533 fue la primera construcción de este templo y de él sólo queda el campanario y una mole recubierta por el actual templo.
En 1539 fue modificada al ser promovida en Catedral de
En 1696 la actual fachada Poniente fue bendecida por el Obispo Núñez de
De
De
En 1813 hubo una restauración y remodelación neoclásica del pináculo de la fachada Poniente y de
De
De
LA FACHADA OESTE
En la sillería los santos muestran el plano simbólico de
De cada lado de la puerta principal, San Pedro y San Pablo recalcan su carácter de ciudad dual, un centro español y sus barrios indígenas. Al sur de la ventana central, San Francisco indica la dirección del templo del mismo nombre que identifica al barrio franciscano.
Al norte Santo Domingo ofrece las mismas indicaciones para el convento dominico.
En el esquinero sur, San Francisco Javier indica la dirección de
En el esquinero norte, un santo no identificado, mira hacia el campanario de
Arriba de una ventana del segundo piso un medallón muestra a un monje que carga «
Nótese que no hay efigie alguna de San Cristóbal, substituido por el Santiago Matamoros, patrón de
En la época de su construcción, las calles estaban recubiertas con la arcilla roja de Cuxtitali y con la amarilla de Chamula, que dan a
Estos colores, identificados por calas, obedecen a un código simbólico que convierte la fachada en un huipil arquitectónico.
Su «tela» corresponde a los aplanados ocre-amarillo, su «trama» a los hilos ocre-rojo de las molduras horizontales.
La base negro-de-humo imita el procesamiento de la lana negra de Chamula.
El «bordado» está dado por el crema-alfeñique del estuco, no sólo en la fachada oeste sino en «mangas» norte y sur de sus esquineros.
Por debajo de la estatua de San Pablo, se discierne lo que queda de la antigua pintura de una olla de barro.
El conjunto -cuya modestia refleja la pobreza de la ciudad- es un homenaje a la artesanía local.
EL INTERIOR DE LA CATEDRAL
Al principio del siglo XVIII,
El actual es una modesta reconstrucción artesanal, pero sin el oro y las pinturas estofadas que lució hasta el temblor de 1804.
Parte del artesón del presbiterio tiene todavía piñas y otros adornos que son la obra de los ebanistas de 1813.
Los dos retablos de las cabeceras de las naves laterales fueron tardíamente trasladados de
Datan de 1708.
Hacen juego con el púlpito, de la misma fecha.
Los cuatro retablos barrocos datan de la mitad del siglo XVIII.
En todos estos retablos y en la sacristía hay pinturas de valor: de Correa, de Cabrera, y de otros pintores locales.