de México congregó
a cientos de espectadores
El grito de ¡bravo, chavos! neutralizó el ruido de los automóviles frente a Bellas Artes
Ejecutantes de entre 9 y 17 años mostraron su talento
La orquesta representa la apuesta del país para formar nuevos músicos
Fabiola Palapa Quijas
El público ovacionó cada una de las ejecuciones de los jóvenes provenientes de varios puntos del país, quienes mostraron el nivel de perfeccionamiento técnico que han logrado en el programa nacional de orquestas, realizado desde el Sistema Nacional de Fomento Musical del Consejo Nacional para
A partir de las 15:30 horas las personas se congregaron en la explanada del máximo recinto cultural del país para disfrutar y apreciar el talento musical de chavos de entre nueve y 17 años de edad. Familias, jóvenes y personas de la tercera edad asistieron al concierto; incluso una pareja de novios hizo su aparición para tomarse una fotografía y fue afortunada porque integrantes de la orquesta interpretaron brevemente la marcha nupcial.
Crecimiento musical y artístico
Minutos después de las 16 horas, Ramírez Cárdenas expresó su felicidad por presentarse frente al Palacio de Bellas Artes y frente a un público numeroso; asimismo indicó que la primera pieza interpretada por la orquesta sería la obertura de la ópera Rienzi, del compositor alemán Richard Wagner (1813-1883).
Al comenzar los primeros acordes la explanada estaba llena; había personas de pie y algunas sentadas en las jardineras. La gente seguía llegando y buscaba un espacio para acomodarse y escuchar el concierto que confirma el crecimiento musical y artístico de los niños de México.
Del compositor mexicano Armando Luna (1964),
El tiempo transcurría y el ánimo de los espectadores aumentaba, mientras
Sin duda, el momento más emotivo fue cuando los chicos ejecutaron el Danzón No. 2 de Arturo Márquez. Los músicos, mientras seducían al público con sus instrumentos, también bailaban en su lugar, y el grito de ¡bravo, chavos!, se escuchó en la ciudad de México, neutralizando el ruido de los automóviles.
Virtuosismo y encores
La fiesta musical continuó con la interpretación de Cubanerías, pieza creada especialmente para la agrupación por Luis Pastor, en la que destaca el sonido de las percusiones como el güiro, maracas y claves.
Imposible no bailar con el ritmo del danzón, el cha cha chá, el bolero y el mambo, que combina esta obra; los músicos fueron los primeros en realizar movimientos cadenciosos.
El programa también incluyó el Mambo de West Side Story, de Leonard Bernstein (1918-1990), y el Huapango, de José Pablo Moncayo (1912-1958).
El virtuosismo de los jóvenes provocó que el público pidiera otra pieza y
La orquesta fue creada en 2001 con el objetivo de fortalecer el aprendizaje musical y la práctica orquestal de niños de talento musical sobresaliente, en favor de su desarrollo integral.