El Arzobispado de Tuxtla Gutierrez

 

 

La Sede Arzobispal en Tuxtla Gutierrez  

“El Santo Padre Benedicto XVI aceptó, el 25 de noviembre pasado, la propuesta que le hicimos los obispos del país, de crear cuatro nuevas Provincias Eclesiásticas en nuestra patria: Baja California, Bajío, Hidalgo y Chiapas, que se suman a las 14 existentes. También aceptó, sin cambio alguno, la propuesta que, en votación secreta, se hizo para las nuevas sedes arzobispales: Tijuana, León, Tulancingo y Tuxtla Gutiérrez. Este viernes, el Sr. Nuncio Apostólico, Giuseppe Bertello, vendrá a publicar la Bula respectiva. 

Tanto en la asamblea de la Conferencia Episcopal de noviembre 2005, como en un escrito que dirigí a la Santa Sede, presenté varias razones para que San Cristóbal de Las Casas fuera declarada arquidiócesis, no tanto por ostentar un título personal, sino por el reconocimiento que nuestra Iglesia local se merece. Sin embargo, soy consciente de nuestras limitaciones y de las dudas que persisten sobre nuestro proceso, dentro y fuera del país. Y como la votación favoreció muy ligeramente a Tuxtla, el Papa respetó la opinión mayoritaria del episcopado. Por otra parte, esa Iglesia hermana de San Cristóbal de Las Casas tiene cuanto se requiere para ese título, y en ningún momento hemos regateado sus méritos, sino todo lo contrario. 

La diócesis de Tuxtla Gutiérrez, a pesar de ser la de más reciente creación (San Cristóbal fue erigida en 1539; Tapachula, en 1958; Tuxtla, en 1965), está bien desarrollada en lo social, en lo político, en lo económico y, sobre todo, en lo eclesial. Es la capital del Estado, donde se asientan los demás poderes. Como ciudad, es la más populosa y sigue creciendo a ritmo acelerado. Está bien comunicada, es más céntrica y tiene todos los servicios. Hace más de un siglo, San Cristóbal fue la capital de Chiapas; pero eso hace tiempo que cambió. 

A nivel eclesial, está bien estructurada y ha madurado lo suficiente. Para atender a millón y medio de habitantes, tiene ya suficientes sacerdotes, sobre todo diocesanos, religiosas y agentes laicos bien formados. Cuenta con un buen plan de pastoral. En su Seminario hay bastantes alumnos y un confiable equipo formador, casi todos con alguna especialidad universitaria. Allí enviamos a nuestros seminaristas mayores: a los del Curso Introductorio, Filosofía y Teología. Lo mismo hace la diócesis de Tapachula, menos a los de Teología, pues desde hace diez años se forman allá, en la propia diócesis. Cuenta también con una Curia bien establecida y un competente Tribunal diocesano. Tiene una buena estructura pastoral y, en general, es una diócesis madura y estable, digna del título de arquidiócesis. 

JUZGAR 

Según la legislación de la Iglesia, ¿qué implica ser arquidiócesis y que su obispo sea nombrado arzobispo, o metropolitano? Dice el Código de Derecho Canónico que “las Iglesias particulares se agruparán en provincias eclesiásticas delimitadas territorialmente, para promover una acción pastoral común en varias diócesis vecinas, según las circunstancias de las personas y de los lugares, y para que se fomenten de manera más adecuada las recíprocas relaciones entre los Obispos diocesanos” (Canon 431,1). 

“Preside la provincia eclesiástica el Metropolitano, que es a su vez Arzobispo de la diócesis que le fue encomendada” (Canon 435). “En las diócesis sufragáneas, compete al Metropolitano vigilar que se conserven diligentemente la fe y la disciplina eclesiástica, e informar al Romano Pontífice acerca de los abusos, si los hubiere” (Canon 436,1). “Ninguna otra potestad de régimen compete al Metropolitano sobre las diócesis  sufragáneas” (Canon 436,3). 

 

La Congregación para los Obispos, en el “Directorio para el ministerio pastoral de los Obispos” (No. 23), amplía algunos puntos en estos términos: “Los Obispos diocesanos de la Provincia eclesiástica se reúnen en torno al Metropolitano para coordinar mejor sus actividades pastorales y para ejercitar las comunes competencias concedidas por el derecho… Una especial responsabilidad para la unidad de la Iglesia compete al Arzobispo Metropolitano en relación con las diócesis sufragáneas y sus Pastores. Signo de la autoridad que, en comunión con la Iglesia de Roma, tiene el Metropolitano en la Provincia eclesiástica, es el Palio… El Romano Pontífice bendice el Palio cada año en la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo (29 de junio) y lo impone a los Metropolitanos presentes… 

El Metropolitano tiene como función propia la de vigilar para que en toda la Provincia se mantengan con diligencia la fe y la disciplina eclesiales, y para que el ministerio episcopal sea ejercitado en conformidad con la ley canónica… 

Pero la función del Metropolitano no debe limitarse a los aspectos disciplinares, sino extenderse, como consecuencia natural del mandato de la caridad, a la atención, discreta y fraterna, a las necesidades de orden humano y espiritual de los Pastores sufragáneos, de los que puede considerarse en una cierta medida hermano mayor, primus inter pares. Un papel efectivo del Metropolitano favorece una mayor coordinación pastoral y una más incisiva colegialidad a nivel local entre los Obispos sufragáneos.  Junto con los Obispos de la Provincia eclesiástica, el Arzobispo Metropolitano promueve iniciativas comunes para responder adecuadamente a las necesidades de las diócesis de la Provincia...”. 

ACTUAR 

A pesar de que, en San Cristóbal, en algunos ha habido sentimientos de tristeza y de cierta inconformidad, se ha aceptado la decisión con una madurez eclesial digna de encomio. Somos una sola Iglesia y Jesucristo nos enseñó que el título mayor es el servicio al Pueblo de Dios. Nuestro carisma es ser una Iglesia que no sólo opta por los pobres, sino sobre todo por ser pobre, sin poder y sin títulos. Que el Espíritu del Señor nos mantenga firmes y alegres en esta opción. Gustosamente vamos a colaborar con Tuxtla Gutiérrez y con Tapachula en proyectos y acciones pastorales comunes a nuestra Provincia. Aportaremos algo muy propio de nosotros: la inculturación de la Iglesia y la pastoral indígena. 

Tendremos nuestra primera reunión de trabajo, como Provincia, del 5 al 8 de febrero, en el Seminario de Tuxtla Gutiérrez, con la participación de 40 a 50 agentes de pastoral de cada una de las tres diócesis. Haremos un análisis de la realidad integral de Chiapas, meditaremos en la Palabra de Dios y en el Magisterio eclesiástico, y propondremos algunas acciones pastorales conjuntas. La unidad eclesial es el signo de que somos verdaderos discípulos de Jesucristo. El amor fraterno, la comunión y solidaridad, sea nuestro distintivo”.  

10 de Enero de 2007 

Felipe Arizmendi Esquivel 

Obispo de San Cristóbal de Las Casas

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