Datos de la Parroquia Primada en Qro.

 

 

La Parroquia Primada

en Querétaro: 

La de Santiago 

Siglo XVI.  

La tradición dice que cuando inició la evangelización en la ciudad, los franciscanos construyeron una ermita en la cima del cerro del Sangremal.  

Después.  

La ermita se convirtió en un pequeño templo de cal y canto, donde los franciscanos bautizaban, casaban y bendecían a los difuntos y formaban La Doctrina.   

En 1586, reestablece la Parroquia de Santiago de Querétaro en donde se encuentra el actual templo y ex convento de San Francisco, este primer curato de Querétaro, dejó de pertenecer al obispado de Michoacán, y se adjudicó a la mitra de México.  

Posteriormente, en 1593, con el párroco Fr. Antonio Calzada, se abrieron los primeros libros parroquiales. 

Siglo XVII.  

Los españoles avecinados en esta ciudad, pensaron en establecer un colegio de jesuitas para educar a sus hijos, y en el año de 1615, Tomás González de Figueroa, ofreció un donativo a la compañía de Jesús, para que lo hiciera.  

En 1618, la corte Real de Madrid, concedió licencia para que se estableciera en la ciudad, y para 1625, el Dr. Diego de Barrientos y Rivera, entregó otro donativo al provincial, padre Juan Laurencio, para ayudar a los religiosos y acondicionar su templo. 

El virrey, Rodrigo Pacheco Osorio, Marqués de Cerralvo, concedió la licencia y se designó el primer rector para el recién establecido Colegio de San Ignacio de Loyola; el padre Pedro Cabrera.  

Entre los años 1654 y 1656, el Colegio de la Compañía de Jesús, contaba ya con un rector, cuatro sacerdotes y cuatro novicios.  

En 1680 se añadió al colegio el seminario de San Francisco Javier, y con donativos de los fieles y la colaboración de don Juan Caballero y Osio, se edificó un nuevo templo. 

El prestigio de estos dos colegios fue reconocido por el virrey Juan Acuña, Marques de Casafuerte, quien dio licencia para que los teólogos egresados se graduaran el la Real y Pontificia Universidad de México, y los colegios se convirtieron en Reales y Pontificios seminarios con capacidad de conferir grados. 

Siglo XVIII.  

Por otro lado, en 1759, el templo de San Franciscoera la Parroquia de Santiago,… “…que por repetidas cédulas del Rey, pasó a manos de los clérigos”.  

El primer cura clérigo que tuvo la parroquia, fue el Dr. Don José Antonio de la Via y Santelices, quien la traslado al templo de la Congregación. 

Sin embargo, el tiempo de bonanza había terminado para los jesuitas; en la madrugada del 25 de junio de 1767, por orden de Carlos III, fueron expulsados 17 jesuitas, y bajo custodia del Regimiento de Dragones del Rey, viajaron de Querétaro al puerto de Veracruz.  

Tiempo después, el 24 de noviembre de 1771, se entregó lo que ahora conocemos como templo Parroquial de Santiago, y la casa parroquial anexa. 

Siglo XIX.  

En junio de 1805. por decreto del arzobispo de México D. Francisco Javier Lizana y Beaumont, la parroquia se dividió en cuatro partes: se conservó la propia Parroquia de Santiago, y se abrieron: la vicaría de la Divina Pastora, la Parroquia de Santa Ana, y la vicaría del Espíritu Santo.  

En 1864, al formarse la Diócesis de Querétaro, el templo parroquial de Santiago, pasó a ser la primera Catedral de la Diócesis, y la parroquia de Santiago regresó de nuevo al templo de la Congregación.  

El 24 de Julio de 1865, el Sr. Obispo Gárate, consagró el templo de San Francisco como Catedral de la Diócesis de Querétaro, y la parroquia regreso a su templo y casa anexa. 

Siglo XX.  

En 1933, bajo el gobierno de Saturnino Osornio y el cierre de los templos, la Parroquia de Santiago se trasladó al templo de la Merced, en donde permaneció hasta el año de 1942.  

En 1966, la parroquia fue despojada provisionalmente de su casa parroquial y de un anexo, para pasar a formar parte de la U.A.Q., y hasta la fecha permanece como parte de ella. Con el nombre de Anexo y Patio Barroco. 

A partir de este año de 1986 terminaron los cambios, y desde entonces ha permanecido lo que ahora conocemos como la Parroquia de Santiago Apóstol, ubicada en el Centro Histórico de Santiago de Querétaro, formando parte de los monumentos del Patrimonio de la Humanidad, bajo el cuidado de su párroco, el Pbro. Lic. Gustavo Sanmartín Villegas.